Vecinos de Ludueña Norte dieron ayer dos versiones rigurosamente antagónicas para explicar la muerte de un chico de 14 años, que fue ultimado a balazos por un policía de civil tras robar en una tienda. Esa diferencia parece reflejar una oposición más grave, que remite a la propia convivencia de los habitantes del barrio.
El punto de discordia se refiere a las circunstancias en que murió el menor, identificado como Horacio Daniel Fernández. Según una versión, el chico se encontraba desarmado y el policía que lo ultimó le plantó un revólver calibre 22 tras matarlo por la espalda. La otra sostiene que se había tiroteado con el efectivo contratado por los comerciantes de la zona y que habitualmente se hallaba apostado en la esquina de Larrea y Junín, a metros de la tienda que fue asaltada.
Las dos versiones están circunscriptas geográficamente: los vecinos de la zona comercial de calle Junín son los que aseguran que hubo un enfrentamiento, mientras que los del asentamiento precario de Teniente Agneta y Vélez Sarsfield afirman que Horacio Daniel Fernández fue muerto cuando corría sin armas y con unos cintos y un par de zapatillas que se había llevado de la tienda.
En ambos casos, los vecinos aseguran haber sido testigos de lo que pasó o dicen que repiten lo que supuestos testigos afirmaron. Mientras tanto, la policía no dio ayer ninguna información oficial sobre el episodio, ni identificó al efectivo involucrado.
No tenía ningún arma
Un joven del barrio que no se identificó dijo ayer por LT8 que presenció los hechos a corta distancia y que pudo ver que el chico muerto por el policía se hallaba desarmado y cayó en agonía tras recibir al menos un impacto por la espalda.
Estábamos en la plaza José Mármol. Vimos que venían dos pibes corriendo y atrás un policía que les estaba disparando, dijo.
El joven sostuvo que el pibe que iba delante tenía un revólver, corría en zigzag y de vez en cuando se volvía para tirarle al policía; el que iba atrás era el chico Fernández, que no tenía ningún arma, corría más despacio e iba derecho.
Por otra parte, el pibe que estaba armado tiraba de a uno (por vez), mientras el policía tiraba sin parar. En esa circunstancia, cae el chico Fernández.
Según precisó el joven, el chico cae junto a una zanja, que tiene unos 30 centímetros. El policía se arrima y con el pie lo mete adentro de la zanja. Luego, una hora después, caen familiares del pibe y quieren que lo saquen de la zanja, pero los policías no le hicieron caso.
Por su parte, los vecinos de la zona comercial de Ludueña Norte no quieren identificarse ni hablar por temor a recibir represalias de sus vecinos de la villa miseria.
Un vocero de Orden Público señaló anoche que los dos asaltantes estaban armados y los dos efectuaron disparos contra el policía que intervino en el hecho.
El caso presenta otros puntos oscuros. Unos veinte vecinos de Teniente Agneta y Vélez Sarsfield denunciaron antenoche a este diario que policías de la Guardia de Infantería se llevaron detenido a un joven al que identificaron como Juan García, de 22 años, pero voceros de Orden Público afirmaron que no hay ningún detenido por el hecho en comisarías rosarinas.
Tampoco está determinado cuántos fueron los ladrones que intervinieron en el asalto al negocio de Junín 5430. Las versiones hablan de dos o tres personas involucradas.
Las actuaciones por el caso se realizan por razones de jurisdicción en la comisaría 12ª, ubicada a pocas cuadras del asentamiento precario y que la noche del jueves fue acordonada en prevención de posibles manifestaciones de los familiares del menor muerto, según voceros policiales o bien porque tenían al policía (que ultimó al chico) escondido y temían que la gente fuera a lincharlo, de acuerdo a vecinos.
Por otra parte, aunque los vecinos no se pongan de acuerdo, si Horacio Daniel Fernández hizo disparos podría determinarse en cuanto el juez interviniente realice la pericia correspondiente.