| | Chávez busca destruir a los gremios con un referendo
| Caracas . - La vieja dirigencia sindical venezolana, sin el tradicional apoyo de los partidos políticos, enfrentará en el referéndum de mañana una aplanadora conducida por el presidente Hugo Chávez, que no esconde su deseo de demoler a la cúpula laboral. La principal central obrera del país, la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), parece estar llegando a sus últimos días, pero la polémica consulta popular podría ser el inicio de un etapa de agitación laboral no vista en casi dos años de gobierno de Chávez. En el referéndum se le preguntará a los venezolanos si están de acuerdo con la renovación sindical en un lapso de 180 días, mediante elecciones directas y la suspensión de los directivos de las centrales obreras. La CTV, que anunció que desconocerá los resultados, pronosticó una etapa de conflictividad sin antecedentes debido al rechazo al procedimiento escogido. La CTV, una organización establecida en 1947 bajo la sombra del partido Acción Democrática (AD), dominó el escenario sindical de Venezuela en cuatro décadas y representa una de las pocas instituciones de la etapa democrática de 40 años que queda en pie tras la demolición emprendida por el gobierno chavista. Chávez fustigó hasta el aburrimiento a los partidos AD y al social cristiano Copei y criticó sin tregua al Congreso y a la Corte Suprema de Justicia hasta verlos sepultados. Ahora le tocó el turno a la CT, y todos suponen en Venezuela que correrá la misma suerte de los dos antiguos partidos dominantes.
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