Washington . - La Corte Suprema de Estados Unidos sometió a intensas preguntas a los abogados de los candidatos presidenciales George W. Bush y Al Gore, durante una histórica audiencia sobre el escrutinio en el Estado de la Florida de las elecciones nacionales del 7 de diciembre. Pero el tribunal, después de 90 minutos de argumentos de los abogados del demócrata Gore y el republicano Bush no se pronunció de inmediato sobre un recuento manual de papeletas que podría decidir quien gana la presidencia. Durante la audiencia, los magistrados no dijeron cuándo se pronunciarán sobre la apelación de Bush, dirigida a que se ignoren cientos de votos contados a mano que podrían ayudar al vicepresidente Gore a ganar. El abogado republicano Theodore Olson atacó a la Corte Suprema de la Florida por dictaminar que se extendiera el plazo para certificar los resultados de la elección en el Estado y ordenar que votos recontados a mano se incluyeran en las cifras finales. Laurence Tribe, abogado de Gore, discrepó, diciendo que el dictamen permitía que todos los votos fueran contados. El caso podría tener también un impacto en el propio prestigio de la Corte Suprema de Estados Unidos. En la ornada sala de mármol, los nueve miembros de la Corte Suprema, vestidos con togas negras, intervinieron por primera vez en una elección presidencial inconclusa. Siete de los jueces fueron nombrados por republicanos y dos por demócratas, pero la Corte ha estado con frecuencia dividida con una estrecha mayoría conservadora. Un veredicto de la Corte Suprema a favor de Bush haría difícil, si no imposible, que Gore pudiera proceder con otros desafíos legales en la Florida. Si falla a favor de Gore tiraría al vicepresidente una cuerda de salvamento legal y política en su monumental batalla por anular la certificación de la victoria de Bush en la Florida. Se espera que la Corte Suprema, que tiene la palabra final en asuntos constitucionales y legales y la reputación de intimidar a los abogados, emita su decisión de forma relativamente rápida, quizás en cuestión de días. En todo caso, Gore tiene un duro camino por delante, ya que enfrenta un plazo que expira el 12 de diciembre para que se anule la elección en la Florida, antes de que sean escogidos los representantes de ese Estado al colegio electoral. El equipo legal de Bush combate los esfuerzos de Gore por acelerar el proceso. La escena frente a la Corte en Washington, donde los juristas del alto tribunal subieron al estrado a las 10 hora local, parecía más el punto de encuentro entre manifestaciones políticas rivales que la sede de una sombría reunión judicial.
| El reverendo Jackson y los militantes demócratas. | | Ampliar Foto | | |
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