El dirigente justicialista Horacio Rodríguez Larreta renunció ayer a la intervención del Pami, al considerar cumplidos los objetivos fijados para el organismo cuando asumió el cargo para el que fue convocado por el presidente Fernando de la Rúa, en diciembre de 1999. Con la renuncia de Rodríguez Larreta se pone en marcha el proceso que tiene decidido el presidente para llegar a fin de año con una conducción unipersonal al frente de la mayor obra social del país, con lo cual el puesto que dejó el ahora ex funcionario no será ocupado.
En los próximos días De la Rúa definiría quien será el único que comandará el Pami.
Graciela Rosso, quien junto al radical Federico Polak, quedan al frente de la intervención, dijo ayer no saber si alguno de los dos será el futuro jefe único o De la Rúa nominará a otro dirigente.
Rodríguez Larreta presentó su dimisión poco antes del mediodía de ayer en la secretaría privada de la Presidencia, en la Casa Rosada, y según dijo, todavía no le comunicó personalmente su decisión a De la Rúa, ya que el jefe del Estado se encuentra en México, donde viajó para participar de la asunción del presidente Vicente Fox.
El funcionario, quien formaba parte del triunvirato a cargo del Pami junto con Federico Polak y Graciela Rosso, justificó su renuncia al señalar que se cumplieron los objetivos para los que fue convocado hace un año, tales como el saneamiento financiero del instituto, a partir del ahorro de 360 millones anuales, el llamado a concursos de todas las prestaciones, la incorporación de mecanismos de control de la gestión y el logro del relanzamiento del Sistema de Libre Elección de Prestadores.
La dimisión la presentó el mismo día en que se puso en marcha el sistema por el cual el afiliado tiene derecho a elegir su médico de cabecera y el lugar de atención.
Rodríguez Larreta sostuvo que la posibilidad de que el Pami sea finalmente normalizado depende ahora de una decisión política del presidente, aunque remarcó que los objetivos que fueron fijados por De la Rúa para el organismo cuando asumió el poder formaban parte de un plan de trabajo de un año, que ya está cumplido.
Polak había lanzado tiempo atrás la fecha del 15 de diciembre como el fin de la intervención, pero la decisión de De la Rúa sería de que siga un año más. Inclusive, Rosso señaló que Rodríguez Larreta había acordado seguir hasta esa fecha pero que adelantó su decisión por motivos personales.
El camino de la normalización
El Pami se puede normalizar, pero el presidente puede plantear nuevos objetivos a partir de la conducción que él defina para el instituto de aquí en más, por eso insisto: es una decisión política del presidente, aclaró el funcionario.Si bien no quiso explayarse sobre su futuro político, el funcionario reconoció que mantiene una muy buena relación con el gobernador bonaerense Carlos Ruckauf, por lo que no descartó la posibilidad de trabajar para la provincia de Buenos Aires aunque aseguró que por el momento no tiene ningún ofrecimiento concreto por parte del mandatario provincial.
Sin embargo, habló de su vocación pública y política para trabajar para el justicialismo.
En su carta de renuncia, dirigida al presidente, Rodríguez Larreta expresó su satisfacción por el trabajo en conjunto llevado a cabo con Cecilia Felgueras, luego reemplazada por Polak y de igual manera en esta última etapa con Graciela Rosso. Con ellos compartimos una misma visión del Instituto y de la necesidad de diálogo entre los distintos sectores políticos, indicó.
Antes de entregar su renuncia en la Casa Rosada, Rodríguez Larreta le comunicó su decisión a Federico Polak, a través de quien, aseguró, está garantizada la continuidad de la gestión y los planes que estamos haciendo porque con él veníamos trabajando muy bien desde hace varios meses, totalmente consustanciados.
La Ciudad
