Se tiene que morir alguien para que tomen las precauciones correspondientes, comentó Juan Carlos, mientras apoyaba sus manos en la baranda que bordea el parque Sunchales. En una parte de ese predio, a la altura de los juegos para niños, se derrumbaron más de 15 metros de barranca. Más adelante, frente a la Unidad III (siguiendo por la avenida de la Costa) se desmoronaron otros 30 metros de tierra. La secretaria de Obras Públicas de la Municipalidad, Patricia Sandoz, explicó que la caída se produjo después de la última tormenta, y aseguró que el lunes comienzan las tareas de apuntalamiento, para luego realizar el corrimiento de esas partes de la baranda hacia tierra firme.
Para Sandoz, que se acercó al lugar para verificar si no se había caído otro pedazo, el desmoronamiento se produjo por las fuertes lluvias que se registraron la semana pasada, las cuales provocaron la erosión de la tierra. La funcionaria reconoció que como el parque es nuevo, el comportamiento de la barranca no estaba registrado.
Si bien el panorama que se observa frente al silo es más alarmante, en el medio del parque Sunchales el ancho del terreno desbarrancado llega hasta el caminito pavimentado que bordea la costa, es decir, equivale a unos dos metros. En el sector del agujero, la baranda quedó prácticamente en el aire, y los pedazos de tierra y tapial caídos se ven sumergidos en el río.
La zona, señalizada con cintas desde hace unos días, provoca la curiosidad de los habitués. Abandonan un hospital y no van a abandonar un parque, protestó Juan Carlos, un jubilado de 81 años que todos los días se da una vuelta por el lugar, haciendo referencia a las autoridades municipales. El parque está bien hecho, pero abandonado, apuntó.
Con el puerto había derrumbes
Cuando estaba el puerto había derrumbes muy seguidos; sólo que ahora se ven porque está todo descubierto, explicó el director de Control Urbano, Ubaldo Modarelli, quien también se llegó al lugar ayer por la mañana. Tenemos que empezar a trabajar urgente porque es una zona de riesgo, aseguró.
En el área ubicada a la altura de la Unidad III, la magnitud del desmoronamiento es el doble: más de 30 metros de paredón y tierra caída. El ancho ronda los dos metros. Este sector también se encuentra cercado con una cinta roja.
El próximo lunes comenzarán las obras para reparar el derrumbe, según adelantó Sandoz. La idea es correr toda la baranda hacia adentro, y así evitar estos desbarrancos, dijo.
La Ciudad
