-¿De dónde viene 1800-2000-2200, el extraño título que estrenan hoy? -En realidad, es una especie de metáfora. El título está enfocado hacia la compañía de comediantes de la legua y la idea de retomar la cuestión desde el circo criollo. Nosotros hacemos pantomima, mimo, clown, que es uno de los primeros antecedentes del teatro gauchesco. Este es un homenaje loco. -¿Es teatro sin textos? -Sí. Es teatro sin textos y con música. La obra tiene tres momentos. Cada uno tiene dos espacios escénicos diferentes, que es lo que sería la arena y el tablado. Hay también una canción que abre y cierra el espectáculo. -Cuando todo es actividad febril y ruido, ¿qué vigencia tiene la pantomima? -Tiene una vigencia fundamental porque los cuerpos comunican, no sólo las palabras. A veces los textos no llegan de la misma manera cuando son leídos que cuando son expresados por los cuerpos. Los cuerpos conjugan el movimiento y el gesto y esa, creo, que es una manera piola de decir algo. -¿Qué historia cuenta 1800-2000-2200? -La de un grupo de comediantes que va de pueblo en pueblo contando una historia que sucede sobre el tablado. Es, también, la representación dramática de un hombre perseguido. La puesta tiene que ver con el circo y por eso hay acrobacia, payasos y otras técnicas, como los zancos, por ejemplo. Se pretende decir que, más allá del paso del tiempo, existen estas compañías que quieren contar historias que tienen que ver con las personas y con la justicia, que entretienen y que también hacen reflexionar. -¿Es un espectáculo para todos? -Así es. El grupo está integrado por Liana Barrale, Beto González, Jorge Solar, Cachorro González y yo, que trabajamos sobre una gran alfombra que tiene tres metros y sobre un carro que tiene tarimas, luces y mucho color. Es un show previsto para un espacio amplio, por eso elegimos las escalinatas del Parque de España. -¿Qué sensaciones vive un mimo en el momento de la actuación? -A veces sucede que el mimo cae en la repetición de la repetición, en su afán de dar a entender algo. Pero cuando existe una intención y una idea clara sobre lo que se quiere decir, existe una síntesis entre el movimiento y el gesto y uno siente la seguridad de que se va a entender lo que quiere expresar. -¿Les conviene más trabajar a la gorra que cobrar entrada? -La discusión entre los teatreros es vieja: ¿hay que darle gratis cosas a la gente? Sobre esto tenemos una posición tomada y los números de los concurrentes a las salas lo confirman: la gente no va al teatro. Ni cobrando poco ni con descuentos. Entonces hay que ir hacia el público y romper ese círculo hermético. Que cada uno ponga lo que cree que el espectáculo vale. -Los mimos son personajes tristes? -Debe haber mimos tristes y otros no. Depende de los días (risas). Nosotros disfrutamos mucho de esta producción, porque es una visión que dice que el tiempo va a pasar, pero van a existir grupos de comediantes astrales que seguirán haciendo el teatro. Como decía Pinti: Pasan los gobiernos, pasan los políticos y quedan los artistas.
| Los actores se remontan a la raíz del teatro nacional. | | Ampliar Foto | | |
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