Año CXXXIV
 Nº 48.952
Rosario,
martes  28 de
noviembre de 2000
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El mayor partido de izquierda brasileño se distanciaría del socialismo ortodoxo
El PT, luego de vencer en las elecciones regionales, busca clarificar sus horizontes ideológicos

San Pablo. - Por primera vez en sus 20 años de existencia, el Partido de los Trabajadores (PT), la mayor agrupación política de izquierda en Brasil, prepara una reforma de sus estatutos que podría resultar en una referencia clara al progresivo alejamiento de la agrupación al llamado socialismo ortodoxo.
Entre los cambios propuestos por el llamado sector moderado del partido -encabezado por el diputado federal José Genoíno de Souza-, está la inclusión de un párrafo que deje en claro que el PT sólo se inspira en los ideales socialistas. Además, están en debate modificaciones destinadas a reducir las presiones de los sectores radicales sobre los dirigentes, con el objetivo de atenuar las divisiones internas del partido.

Un mensaje claro
El mensaje de las urnas fue claro: el PT ganó donde permaneció unido. Las discusiones y divisiones pueden seguir, pero sin carácter fratricida, resumió el coordinador de la comisión que elabora el nuevo estatuto, Silvio Pereira, en declaraciones que publicó ayer el diario Folha de Sao Paulo.
Los cambios en el estatuto están en debate desde el año pasado pero, según los analistas políticos, ahora tienen mejores posibilidades de ser aprobados, gracias al excelente desempeño del PT en los últimos comicios municipales, con candidatos desvinculados de los sectores más radicales del partido y más cercanos a propuestas de tenor socialdemócrata.
A esa transición del rojo al rosado atribuyen los expertos la avalancha de votos recibida por la psicóloga Marta Suplicy, elegida por amplio márgen como la futura alcaldesa de la mayor metrópolis industrial de Brasil, San Pablo, cuyo electorado tiende históricamente a votar por conservadores. Aunque no lo afirman abiertamente, los sectores moderados del partido consideran que el cambio en los estatutos fortalecerá al PT de cara a las importantes elecciones de 2002, en las que los brasileños escogerán el sucesor del presidente Fernando Henrique Cardoso, nuevos gobernadores para los 26 Estados federados y para el distrito federal de Brasilia y renovarán las dos Cámaras del Congreso.
Cambiar el estatuto es necesario, es importante, es urgente, aseguró el diputado Genoíno, un antiguo opositor de los sectores radicales que desean comprometer el PT explícitamente con la instalación del socialismo en Brasil. El líder del PT en la Cámara baja opina, al contrario, que el estatuto debe dejar en claro, ya en su primer párrafo, que el partido sólo se inspira en ideales socialistas.
Aunque los analistas pronostican que éste será uno de los puntos más polémicos de la reforma del estatuto, representantes del sector trotskista, como la líder del PT en el Senado, Heloísa Helena, aseguran que la referencia al socialismo, sea cual fuere, no cambia la esencia del partido. Desde el punto de vista de nuestro proyecto estratégico, el nuevo estatuto no cambia nada y no modifica el compromiso del PT en torno a la lucha por un modelo de nación con concepción socialista, expresó la senadora.
La preocupación de la izquierda del PT se dirige más bien hacia la propuesta de cambiar la forma de elegir a los dirigentes del partido, hoy escogidos por delegados. Los moderados desean que el presidente y los directores pasen a ser designados por el voto directo de los 500.000 afiliados al PT.
El resultado de la pelea en torno al nuevo estatuto será esencial para definir las posibilidades del PT de conquistar el gobierno brasileño en las urnas de octubre de 2002, y podrá ayudar a definir el candidato del partido a la sucesión presidencial. El principal líder y fundador del partido socialista, el ex sindicalista Luiz Inacio Lula da Silva, es hasta ahora el más probable candidato aunque deberá enfrentar en una interna al senador moderado Eduardo Suplicy, el marido de la alcaldesa electa de San Pablo.



Marta Suplicy, flamante alcaldesa de San Pablo.
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