El frigorífico Cepa (Compañía Elaboradora de Productos Alimenticios) cerró su planta de Pontevedra, provincia de Buenos Aires, y dejó cesantes a 520 trabajadores. Garovaglio
Zorraquín informó ayer que su empresa controlada Cepa solicitó su concurso preventivo de acreedores. Según se comunicó a la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, la presentación judicial obedece a la delicada situación financiera a la que había llegado Cepa, la que se enmarca en las difíciles circunstancias por la que está atravesando la industria frigorífica exportadora, indicó la empresa.
El frigorífico Cepa posee además una planta en la ciudad santafesina de Venado Tuerto, pero por el momento no hay ninguna novedad en torno a la situación de esta instalación que sigue trabajando normalmente. Hasta ahora, los 520 despedidos integran la dotación de personal de la planta bonaerense, sin afectar a los trabajadores venadenses.
El director de la firma, José Luis Pérez Aquisto, señaló que el cierre, que afectó a 520 operarios, se concretó la semana pasada en una planta de moderna tecnología y con uno de los mejores laboratorios del país para el desarrollo de productos.
La empresa elabora frigorífica cortes con valor agregado para el mercado externo, hamburguesas y carnes termoprocesadas (en conserva y corned beef).
Una medida singular
Pese a que el cierre ya provocó más de medio millar de cesantías, Cepa sostiene que adoptó medidas para reposicionar recursos productivos a fin de preservar la continuidad operativa de la empresa, el mantenimiento de las fuentes de trabajo, y los intereses de sus acreedores.
La empresa, que pertenece al grupo Garovaglio y Zorraquín, reclamó medidas tendientes a disminuir las perdidas provocadas por la crisis de la fiebre aftosa con el cierre de los mercados externos, y que se revierta la política de distribución de la cuota Hilton que privilegia arbitrariamente a empresas que no cumplen con los requisitos mínimos, generando inseguridad jurídica.
También destacó que impactó negativamente el persistente deterioro del euro respecto del dólar, el rebrote aftósico que generó el cierre de parte de los mercados internacionales y la reaparición en los mercados europeos del denominado mal de la vaca loca.
La empresa además reclama que se tomen medidas para que la industria pueda competir y exportar en igualdad de condiciones con Brasil luego de su devaluación, y que se siga combatiendo con mayor energía y eficiencia la evasión impositiva existente en el sector, como alternativas para mantener la continuidad operativa y reincorporar a los despedidos.