El dirigente de los jubilados Raúl Castells, detenido y juzgado desde ayer por extorsión, a raíz de haber reclamando a un hipermercado la donación de alimentos, pidió a los jueces en su declaración inicial que no sean profilácticos de la embajada yanqui y les propuso que, en lugar suyo, enjuicien al presidente Fernando de la Rúa y a Carlos Menem, porque 55 chicos mueren por día de hambre.
Soy el único gil que queda preso en un país en que el que todos los que afanan quedan libres, proclamó Castells al iniciar ayer su declaración en el juicio oral y público al que lo somete el Tribunal Oral en lo Criminal Nº3, en la localidad bonaerense de Lomas de Zamora, por un caso de extorsión que le plantearon los propietarios de un supermercado.
No obstante, Castells declaró sentirse orgulloso de liderar a grupos de jubilados y pobres, que reclamaban alimentos frente a los hiper y supermercados, a la vez que negó los cargos de presuntas intimidación y extorsión con los que está imputado.
El reclamo de donación de alimentos que terminó en la detención de Castells ocurrió el 23 de diciembre de 1998 en el hipermercado Wall Mart de la localidad de Avellaneda, donde él y otros jubilados obtuvieron una bolsa con pan dulce, sidra, azúcar y gaseosa para cada manifestante.
Seis días después -el 29 de diciembre- el dirigente era detenido en la casa de sus suegros a raíz de la denuncia que había radicado en su contra el propio hipermercado Wall Mart.
En la primera jornada del juicio oral que se le sigue, la audiencia comenzó a las 10.30 horas luego de que los asistentes cantaron el Himno Nacional y consignas tales como: A Castells de la cárcel lo vamos a sacar, con un paro general.
Un no al banquillo
Concedido el uso de la palabra al acusado en la sala J de los Tribunales lomenses, Castells calificó de farsa al proceso mientras se negaba a sentarse en el banquillo de los acusados porque allí, dijo, se tendrían que sentar Carlos Menem y De la Rúa quienes deberían ser procesados, dijo, por abandono de persona seguida de muerte porque 55 chicos mueren por día de hambre.
Dirigiéndose a los jueces Emilio Villamayor, Jorge Caminos y Guillermo Rolón, les pidió que no sean profilácticos de la embajada yanqui en un eventual sentencia en su contra y a favor del hipermercado Wall Mart, de origen estadounidense.
Castells recordó que las únicas causas judiciales que arrastra son por participar en protestas y cortes de ruta, entre las cuáles distinguió una por atentado contra la democracia que le inició el presidente Menem por decir que su gobierno era una porquería y se tenía que ir.
Este gobierno también es una porquería y se tiene que ir, remató el procesado.
Castells señaló que Wall Mart factura 166 mil millones de dólares anuales y contrastó con la causa en su contra por una mercancía que sumaba 2.446 pesos y fue entregada en carácter de donación.
Fue una petición como muchas veces se hizo al Wall Mart. Infinidad de veces nos dio cosas. Que existió intimidación es una falsedad total porque, comentó, había guardias y policías bonaerenses armados y los manifestantes eran en su mayoría mujeres de entre 60 y 70 años que no tenían ni una cortaplumas.
Respecto de su detención, señaló al ex presidente Menem: Dio la orden de mi detención y ni siquiera lo hizo a escondidas. Lo anticipó en entrevista a radio Mitre antes de que me detuvieran.
Castells compareció acompañado de su abogado defensor, Jorge Cevallos, y en la sala de audiencias permanecía un centenar de personas, entre las cuales estaban los dirigentes sindicales Hugo Moyano, Víctor De Gennaro, Carlos Perro Santillán, Julio Piumatto, el sacerdote Luis Farinello, y los legisladores porteños Vilma Ripoll y Jorge Altamira.
La Ciudad
