Cañada de Gómez. - Les pido por favor que no peleemos entre los pobres porque recién me llamó por teléfono el presidente de la Rúa y me dijo que el dinero ya fue depositado. Con estas palabras el intendente Amílcar Abate salió ayer otra vez a la calle para dialogar con más de doscientos inundados que siguen reclamando por el dinero que prometieron las autoridades provinciales y nacionales, del cual un millón y medio ya estaría disponible hoy.
El gobierno provincial comunicó que ya acreditó en una cuenta del Banco de Santa Fe los 500 mil pesos prometidos para paliar las pérdidas. También el vocero presidencial, Ricardo Ostuni, sostuvo que por disposición del presidente, el Ministerio del Interior depositó en una cuenta del Banco de la Nación a nombre de la Municipalidad de Cañada de Gómez un millón de pesos que estarán disponibles a partir de hoy.
La primera parte de la ayuda comprometida por el gobierno nacional surgirá de los fondos correspondientes a los Aportes del Tesoro Nacional (ATN), de acuerdo a lo dispuesto por la resolución 1693 que lleva la firma del ministro del Interior, Federico Storani. Los ATN tienen por finalidad, de acuerdo a lo dispuesto por ley, atender situaciones de emergencia y desequilibrios financieros de los gobiernos provinciales.
Abate es contador, pero por momentos se parece a un bombero que sale a la calle para calmar la ansiedad y el reclamo de los inundados. El domingo se expuso con escasa seguridad ante la furia de los damnificados y ayer volvió a repetir la misma acción frente a la Municipalidad, donde los inundados le prometieron que no lo van a agredir si concurre a los barrios.
Siete mil damnificados
A cinco días de la inundación se perciben en Cañada de Gómez cambios radicales. La catástrofe no sólo terminó con tres vidas; arrasó casas y también la tranquilidad de los algo más de 30.000 cañadenses. Ayer se observó una caída de la actividad comercial y se registraron algunos saqueos en casas de inundados.
Otros vecinos han decidido ocupar pacíficamente un barrio de 50 viviendas que el gobierno provincial estaba punto de adjudicar. Las secuelas de la inundación motivó a que los esfuerzos asistenciales se redoblen y ahora se ofrecen mayores raciones de comida en el hospital local.
Un relevamiento presentado ayer por el presidente del Concejo Municipal, Juan Carlos Abbondanzieri, indica que la totalidad de las casas afectadas llega a 2.540, de las cuales alrededor de 50 quedaron reducidas a escombros. El aluvión afectó a cerca de 7.000 personas, es decir el 40 por ciento de la población.
Alrededor de doscientos damnificados por la trágica inundación, que arrojó gravísimos daños materiales, se concentraron ayer frente al municipio, y expresaron la necesidad de plantear soluciones de fondo para con las pérdidas.
Un grupo de diez vecinos ingresó al despacho de Abate para preguntar sobre el dinero asignado las obras de canalización. La reunión -que se prolongó por casi dos horas- sirvió para que los vecinos volcaran sus dudas sobre cuestiones como el pago de las tasas y la falta del DNI (extraviados) para cobrar la jubilación.
De la Rúa me llamó hoy por teléfono y me dijo que un millón de pesos fue depositado hoy tal cual lo prometió y que un millón y medio lo envía dentro de quince días. Reutemann también me dijo que hoy mismo se había depositado los 500.000 pesos, le dijo Abate a los vecinos.
En la oficina de Acción Social de la Municipalidad se elaboró un listado con la totalidad de los alimentos, ropa y colchones entregados. En ese listado se pudo observar que algunos retiraron mucho más de lo que necesitaban. En esta repartición también están abocados a coordinar los servicios con las empresas.
El gerente regional del Ansés, Marcelo Martín, anunció ayer en esta ciudad que por el término de seis meses y como único caso en el país, el Estado pagará doble asignación familiar a la totalidad de los empleados de la actividad privada de Cañada de Gómez, importe que en caso de un trabajador con tres hijos equivale a 240 pesos.