Jugar un clásico siempre es especial. Creo que cualquier jugador de Newell's o de Central espera ese día para descargar todo lo que tiene adentro y dejar la vida por la camiseta que tiene puesta. Sin anestesia, entendiendo la pasión que despierta un Newell's-Central, Fabricio Fuentes le hace un guiño al juego de las pasiones. -Tan mal no te fue en el último clásico, hiciste el gol del empate y nació tu hija Abril Oreana. -Sí, ese día fue el más importante de mi vida. Creo que cualquier jugador sueña con hacer un gol en el clásico, y cualquier hombre sueña con el nacimiento de un hijo. -Si bien los dos equipos llegan con realidades bastante parecidas, ¿hubieran preferido llegar con otro funcionamiento? -Mirá, en los clásicos no importan demasiado los antecedentes ni cómo vienen los equipos. El clásico es un partido aparte, no interesan las rachas y lo que marca la historia. -Entonces, ¿creés que no le pesará a Central los veinte años que no ganan en cancha de Newell's? -No, porque ninguno de los jugadores de Central estuvo en los clásicos de hace veinte años. Además nosotros también pasamos por situaciones parecidas de tener rachas adversas con otros equipos y cuando nos tocó enfrentarnos salimos a ganar sin achicarnos. -¿Por dónde pasa la sensación en la semana previa al partido, por la ansiedad o por la intranquilidad que genera enfrentar al rival de toda la vida? -Creo que la historia pasa por lo que uno va palpitando en la calle, en los medios periodísticos y en la pasión que viven los rosarinos el partido de la ciudad. -¿Se habla en la interna del grupo de los veinte años que Central no puede ganarles en cancha de Newell's? -No, el grupo está mentalizado en el partido y en los recaudos que debemos tomar para un encuentro tan importante. Los veinte años es una cuestión más relacionada con los hinchas, ellos lo utilizan para las cargadas. -Por lo que viste de Central, ¿qué es lo que más te preocupa? -Creo que la mayoría de los partidos del fútbol argentino lo ganan aquellos equipos que tengan más la pelota. Ahí está la gran clave para sacar un buen resultado.
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