Santiago . - El ex dictador chileno Augusto Pinochet celebró ayer su 85º cumpleaños junto a un puñado de partidarios reunidos en las afueras de su residencia. En un mensaje grabado difundido la noche del viernes, Pinochet asumió sesgadamente su responsabilidad en los crímenes contra los derechos humanos que se imputan a su dictadura (1973-90). La manifestación de ayer se realizó en un ambiente de recogimiento impulsado por la Iglesia Católica que el día anterior organizó una ceremonia en la que pidió perdón por la violencia política que rodeó a Chile en los últimos 30 años, marcados por el régimen militar de Pinochet. Ayer, el octogenario general saludó con rostro sonriente y saludable a unas 300 personas que lo aclamaron por su aniversario. Está bien un ratito y después se va hacia abajo...su cumpleaños lo pasará junto a su familia y quienes lo quieren, dijo Mónica Wehrhahn, portavoz de la fundación Pinochet. En un mensaje grabado en video difundido el viernes, el ex dictador asumió a su modo la responsabilidad en lo ocurrido durante su gobierno de facto entre 1973 y 1990. Acepto como ex presidente de la república todos los hechos que -dicen- haber cometido el ejército y las fuerzas armadas, dijo. Pero la propaganda ha sido más sabia y más preparada, para atacarnos en forma permanente, agregó. El general retirado está a las puertas de ser enjuiciado en Chile por delitos cometidos en los inicios de la dictadura, y enfrenta un pedido de extradición de Argentina por su vinculación al asesinato del ex jefe del ejército chileno Carlos Prats en Buenos Aires en 1974. El eventual proceso en Chile depende de que se le practiquen exámenes psiquiátricos y neurológicos, los que determinarán si se encuentra en condiciones de enfrentar un juicio en Chile a raíz de las 177 querellas presentadas en su contra, que investiga el juez especial Juan Guzmán. La Corte Suprema le quitó su inmunidad parlamentaria como senador vitalicio no electo por su supuesta relación con los delitos de la llamada Caravana de la Muerte, una comitiva militar que recorrió el país en 1973 exterminando opositores. Marco Antonio Pinochet, hijo del ex dictador, explicó que las palabras de su padre no se relacionan con sus procesos penales. Busca asumir la responsabilidad política de esas instituciones, en su calidad de presidente, puntualizó. Mientras sus partidarios escuchaban su mensaje, el país fue testigo de una ceremonia organizada por la Iglesia Católica destinada a incentivar el perdón entre los chilenos. La iglesia chilena quiso excusarse de aquellas faltas cometidas en el pasado, haciendo énfasis en los últimos 30 años.
| |