Córdoba.- Dos hombres fueron demorados ayer por la policía en relación al asesinato de las hermanas Valeria y Patricia González, de 18 y 13 años, ocurrido el 17 de noviembre en el barrio Villa Rivera Indarte de Córdoba.
Los detenidos ayer, cuyas identidades no se difundieron, son personas que residen en el mismo barrio que las chicas asesinadas, a 22 kilómetros al noroeste de la capital cordobesa.
Según dijeron fuentes vinculadas a la causa, hasta el momento no se registraron imputaciones directas sobre el doble homicidio, pero se está demorando a distintas personas del barrio a los que se les practicarían pruebas de ADN. Es que la mayor de las hermanas fue violada, según las pericias.
Los padres de las jóvenes, Héctor y Teresa González, recordaron ayer que hubo versiones de que había una tercera chica acompañando a las víctimas aunque esto aún no fue establecido por los detectives.
Valeria y Patricia fueron vistas por última vez el viernes 17, cuando salieron de su casa en compañía de su hermano, Claudio Ariel, de 16 años, para reunirse con un grupo de amigos y pasar la tarde en las costas del río Suquía.
Alrededor de las 19 del viernes, Claudio regresó a su hogar y preguntó por sus hermanas, las que poco después de las 16 habían abandonado el grupo bajo la promesa de regresar posteriormente a su hogar.
Según explicaron sus familiares, las chicas se habían apartado brevemente de sus amigos y se dirigieron a un monte. Con el paso de las horas y ante la falta de noticias, sus padres decidieron hacer una denuncia.
En la tarde del sábado policías que recorrían en patrulla los suburbios de Saldán encontraron los cadáveres de las jovencitas, semisumergidos en el arroyo homónimo, a la altura del 9.800 de calle Ricardo Rojas.
Al reconstruir los pasos de sus hijas, los González dijeron que tenemos entendido que después de que se apartaron del grupo se fueron a la terminal de ómnibus y se cambiaron de ropa en los baños. De ahí fueron a Carlos Paz, a 36 kilómetros de la capital cordobesa a bailar.
Eso es lo que más les extraña a los padres de las jóvenes. La más grande (Valeria) no iba a llevar a su hermana más chica (Patricia) a un boliche, además que era de no salir con frecuencia a bailar.
Esto me resulta imposible -acotó Héctor González- porque mi hija siempre ha pedido permiso para salir, y nunca se lo hemos negado así que es imposible que se haya largado a una aventura sin avisar.
Héctor indicó que a partir de esa versión se fue con su esposa a Carlos Paz a distintos boliches, pero que cuando llegaron estaban todos cerrados.
Entonces pasamos por la terminal y mostramos las fotos. Nos dijeron que recién acababan de tomar un colectivo para la terminal de Córdoba y allí nos dijeron que habían salido en el coche 495 de la empresa La Quebrada.
Entonces le dije a mi mujer que llame a la policía de Saldán (vecina a Villa Rivera Indarte), para que les diga que detengan a ese coche.
González contó: Cuando llegamos a la comisaría nos dijeron que el comisario estaba en Villa Allende (lindante con Saldán), deteniendo colectivos, y cuando llegamos allí no había nadie, no había ningún coche de la policía.
Entonces fui a la comisaría -relató Héctor con ojos llorosos-, salió el comisario y dijo que ese coche no existía, pero después nos enteramos de que sí existía y el chofer nos aseguró que las chicas se habían bajado en la localidad de Unquillo -entre Villa Allende y La Quebrada.
Tuvimos entonces la esperanza de que las chicas andaban por ahí. Ellas no sabían andar solas, dijo. Después, pasó lo que todos saben. Los cuerpos fueron hallados semisumergidos en un arroyo.
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Los padres de las jóvenes creen en otras versiones. |  | Ampliar Foto |  | |
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La Ciudad
