Carlos Andrés Fraticelli declaró ayer que se enteró de la muerte de su hija Natalia a través de su esposa, Graciela Dieser, al declarar ante el juez de instrucción de Melincué, Carlos Risso. De esta manera, como hizo en anteriores ocasiones, el destituido juez de Rufino proclamó su inocencia y volvió a dejar planteado el peso de las sospechas sobre la conducta de su mujer. Fue una audiencia emotiva -dijo el abogado defensor, Carlos Edwards, a este diario-. Fraticelli lloró en varios tramos de su declaración. Según consignó el abogado, Fraticelli no planteó ninguna hipótesis sobre la muerte de Natalia. El origen y la causa de la muerte tendrá que ser dilucidado por la defensa de la señora (Dieser), dijo. Fraticelli dijo que en la mañana del 20 de mayo se encontró con la escena terrorífica de la muerte de su hija, con el cuadro de la bolsita y la bufanda, después de ser despertado por su mujer. El ex juez fue indagado durante casi cuatro horas, entre las 12 y las 16, y quedó nuevamente detenido dentro de la Alcaidía de Melincué, aunque ahora se le levantó la incomunicación, por lo que mañana podrá recibir sus primeras visitas como un preso común. Risso ordenó para el próximo martes por la mañana una ampliación de la declaración indagatoria, por lo que el padre de Natalia deberá sentarse nuevamente a hablar sobre lo sucedido la madrugada del homicidio. Fraticelli, quien fue destituido anteayer por un jury de enjuiciamiento, está acusado de ser el coautor, junto a su esposa y madre de la chica Graciela Dieser, del crimen de Natalia, que fue drogada y estrangulada en la madrugada del 20 de mayo último en momentos en que dormía en su cama. Vestido con una camisa azul, pantalón de jean, zapatos marrones y una campera de gamuza marrón y con un pequeño portafolios en sus manos, el ex juez no respondió a ninguna pregunta, sino que sólo contó su versión de los hechos, lo que abarcó unas 20 carillas, según trascendió. El propio juez Risso reconoció ante las cámaras de televisión que en la jornada de ayer no se le preguntó nada y aseguró que la parte final vendrá el martes que viene. La indagatoria comenzó con la lectura de la imputación y de una declaración escrita, presentada espontáneamente por Fraticelli en julio pasado. Una fuente que participó de la declaración aseguró que en ese momento, el ex juez comenzó a llorar. Pero después se incorporó y continuó sin problemas. En esa testimonial, Fraticelli aseguró que la noche del viernes 19 de mayo se encontró con una mujer y mantuvo una relación sexual en un motel de la ciudad, a la que calificó como el primer acto extramatrimonial en los últimos años. Luego, pasada la 1 del sábado regresó a su casa de San Juan 340, miró la habitación de su hijo Franco, para ver si ya estaba durmiendo, y se dirigió a su pieza, donde encontró a su esposa Graciela Dieser dormida con un rosario en la mano. En ese momento, según declaró, tomó unas pastillas para dormir y se acostó. Cerca de las 8 se despertó con los gritos de su mujer que le decía que Natalia estaba muerta. De acuerdo a las fuentes consultadas, Fraticelli volvió a hacer este relato, con los mismos detalles y hasta con las mismas palabras que el 8 de junio, cuando dio su primera conferencia de prensa. El juez Risso tiene diez días para decidir si tiene elementos suficientes como para procesar al ex juez o si le dicta la falta de mérito. Para la semana próxima, además de la ampliación de la indagatoria, el juez Risso estaría dispuesto a solicitar varios careos de algunas personas con Fraticelli, debido a las notables contradicciones entre una y otras declaraciones. Uno de ellos sería con el médico rufinense Hugo Costa, quien fue el primero en llegar a la casa donde ocurrió el crimen, y el otro con la esposa del juez Víctor Pautasso.
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