Con un acatamiento visiblemente superior a las huelgas anteriores contra la gestión del presidente Fernando de la Rúa, se cumplió ayer en el interior del país la última jornada del paro general contra el modelo económico. Decenas de piquetes y cortes de ruta se realizaron en todo el territorio argentino sin que intervinieran las fuerzas de seguridad, a excepción de lo ocurrido en Chaco (ver página 13).
El tránsito se vio interrumpido en numerosos puntos del Gran Buenos Aires, La Plata, Mar del Plata, Dolores, Morón y otras localidades.
En la capital bonaerense, además del cierre masivo de comercios, se realizó una movilización de cuatro mil personas en reclamo de trabajo y contra el plan económico, y una olla popular.
En Córdoba, el paro se llevó a cabo sin incidentes y con un rotundo acatamiento en los sectores industriales, el transporte y el comercio. Las terminales automotrices y las autopartistas adhirieron por completo y sólo algunos bancos abrieron sus puertas, pero hubo muy pocos clientes.
Los gremios denunciaron la presión patronal de los hipermercados y supermercados, que obligaron a concurrir a su personal bajo la amenaza de despido. Carrefour del barrio Villa Urquiza cerró sus puertas con candados ante la presencia de un piquete, dejando en su interior encerrados a varios clientes, quienes debieron esperar horas para retirarse.
A su vez, las centrales sindicales organizaron caravanas por los barrios, que finalizaron en una concentración en el centro de la capital cordobesa.
En Jujuy, doce cortes de calles y accesos cercaron a San Salvador. En tanto, en la ciudad de Mendoza, hubo una total ausencia de transportes públicos y se instalaron piquetes en algunos de los accesos al centro de esa ciudad.
Sin incidentes de importancia, se desarrolló con normalidad la segunda jornada de paro en Tucumán. Los mercantiles y los bancarios recorrieron el microcentro de San Miguel para asegurarse el éxito de la medida, mientras que camioneros se apostaron frente a las empresas del ramo. Además, la Corriente Clasista y Combativa (CCC) montó varios piquetes.
En La Rioja, el paro fue pacífico. Y contó con el apoyo explícito del gobierno, que no descontará las jornadas de huelga. Asimismo, en Chubut, donde el acatamiento fue masivo, unos 200 desocupados cortaron la ruta 3, a la altura del aeropuerto de Trelew, y otros cuarenta instalaron un piquete a la salida de Puerto Madryn.
Las amenazas de Mestre
En Chaco el acatamiento fue masivo. Lo mismo ocurrió en Corrientes, excepto en la administración pública, ya que el interventor Ramón Mestre amenazó con retirar el plus por presentismo. La protesta no fue notoria en Santa Cruz: trabajaron los comercios y los supermercados, aunque se plegaron los empleados de los organismos nacionales. Los piquetes sobre la ruta 3 fueron levantados a causa de las fuertes ráfagas de viento.
En Tierra del Fuego, la medida de fuerza tuvo mayor respaldo en el sector privado. El parque industrial quedó paralizado. En Río Negro y Neuquén, la huelga se sintió especialmente en la administración pública, escuelas y hospitales. Y fue dispar en el comercio y el transporte. El puente interprovincial fue cortado.
Paralelamente, en Entre Ríos hubo movilizaciones y el paro se cumplió con alta adhesión. En Paraná, ATE realizó una marcha sin incidentes.