Editorial

Recaudación fiscal en alza

La crisis económica y sus secuelas -el desempleo, la peor de todas- que se prolongan desde hace más de dos años y medio han producido un cambio negativo en el carácter de los argentinos observados como conjunto. Como no podría ser de otra manera tratándose de lo que se trata en su origen, tal modificación lleva a que, muchas veces inconscientemente, no se perciban en su total dimensión algunos datos que podrían estar indicando que la dura realidad marcha en pos del necesario cambio. Tal es lo que se desprende de un informe que pasó con relativa escasa difusión y que no mereció mayores comentarios.
Esto tiene que ver con que, en comparación con los mismos meses de 1999, la recaudación fiscal de la provincia durante octubre pasado volvió a crecer, de manera aún superior a como ya lo había hecho en septiembre. Es decir, la Administración Provincial de Impuestos (API) recaudó el mes precedente un 7,53 por ciento más que en igual período del año anterior, contra el 7,07 por ciento de igual tendencia operada en septiembre.
Dichos datos se complementan con otra circunstancia que merece atención complementaria, más allá del éxito que evidentemente tuvo la última amplia moratoria inmobiliaria. Esa circunstancia gira en torno de que en los primeros diez meses de 2000 también las cifras evolucionaron hacia arriba. Es que, en comparación con el mismo período del año pasado, hubo una suba en la recaudación del 5,48 por ciento.
Al margen de que, como hizo hincapié el ministro de Hacienda, Juan Carlos Mercier, ello obedezca a la excelente labor del organismo recaudador del que él mismo es el responsable, no constituye un exceso de optimismo reconocer que se está frente a una tendencia alentadora. Una tendencia que, de prolongarse con características similares a lo largo de los próximos meses, podría estar indicando la esperada -y tantas veces postergada- reversión de la decadencia económica y social que hoy abruma a todo el país. Es que, bien se sabe, cualquier aumento en el fruto de la imposición tributaria indica que, sin ignorar la existencia de una eventual mayor eficacia recaudatoria de la que gloriarse con justa causa, existe además cierto crecimiento de la capacidad contributiva de la sociedad en su conjunto.
Ojalá que esta tendencia tan positiva se prolongue en el tiempo, ya que ella indica que se está operando cierta recuperación económica. Y ojalá también que dicha circunstancia modifique el humor de los santafesinos -por extensión, también el de todos los argentinos-, quienes de tal manera experimentarán un positivo fortalecimiento de su carácter en cuanto a afrontar con optimismo y seguridad los desafíos del difícil presente. Será para bien de todos.