Cañada de Gómez. - A pesar del cansancio y de la resignación por los daños de la inundación a causa del desborde del arroyo, cientos de evacuados retornaron por algunas horas a la zona del desastre para limpiar y arreglar lo poco que les queda. Armados de paciencia toman escobas, trapos de piso y reinician, siempre en calidad de evacuados, la dura tarea de lidiar con los restos de lodo que aún perduran en el interior de las casas.
Otros, agobiados por la desesperación, decidieron ocupar momentáneamente algunas de las 50 viviendas recientemente terminadas de un plan del gobierno provincial, que estaban a punto de ser adjudicadas. Esto es pacífico, sólo queremos estar acá por un tiempo hasta que podamos arreglar nuestra casa, dijo una vecina a La Capital.
Los inundados continuaron ayer formulando severas críticas a la obra de canalización recientemente finalizada y las dirigieron principalmente a su gestor, el senador Norberto Betique, quien ayer volvió a ser blanco de los cuestionamientos, fundamentalmente porque basó su última campaña política en que la obra del arroyo local era el fin de las inundaciones.
Relevamiento
La Municipalidad inició en los barrios más afectados un relevamiento territorial para evaluar las pérdidas materiales. Esa acción comenzó y espera ser rápidamente finalizada para afectar lo más brevemente posible la ayuda económica estatal de tres millones de pesos anunciada por el presidente Fernando de la Rúa y el gobernador Carlos Reutemann.
Las planillas -que son llevadas por personal municipal de la oficina de Acción Social- llevan nombre del damnificado y un detalle de las pérdidas parciales o totales.
De acuerdo a lo informado por la asistente social de la Municipalidad, Romina Amadío, no se ha registrado un descenso de los evacuados. No obstante, dijo que muchos de ellos concurren a sus casas durante el día para realizar tareas de limpieza.
En ese marco, se designó el Centro de Educación Física como el sitio transitorio para las personas que momentáneamente no pueden regresar a sus viviendas. Algunos de los afectados concurrieron a sitios expresamente designados para retirar alimentos y otros elementos de asistencia.
Una larga hilera de vecinos asistió ayer a las oficinas de la Municipalidad y a la Asociación Nazareth para retirar bolsones alimentarios, colchones y ropa de abrigo. El intendente Amílcar Abate dijo ayer a La Capital que un primer cálculo de los daños provocados da cuenta de alrededor de mil viviendas afectadas. En esos grupos se escucharon algunas críticas hacia la metodología que implementó la Municipalidad, debido a que consideran que debían haber llevado la asistencia a cada una de las viviendas afectadas por la tormenta. Eso hubiera evitado el traslado permanente de los damnificados.
Ayer se sumaron el titular de la EPE, Antonio Caro, y el subsecretario de Obras Públicas, Benito Castañeda al comité de emergencia que preside el intendente cañadense e integran además, entre otros, la secretaria de Promoción Comunitaria de la provincia, Roxana Latorre, y el ministro de Salud, Carlos Parola.
W.G.
La Ciudad
