Washington . - En la interminable disputa por la Casa Blanca, el Partido Republicano apeló a la Corte Suprema de Estados Unidos para impedir que se tengan en cuenta los votos contados a mano en Florida, tal como ordenó en la noche del miércoles el máximo tribunal de ese Estado.
El candidato presidencial de los republicanos, George W. Bush, dio luz verde para la apelación ante la Corte Suprema contra la decisión del tribunal supremo del Estado de Florida, que el miércoles permitió incluir votos contados a mano en el resultado final de los comicios en dicho territorio.
El equipo de Bush quiere argumentar que el tribunal de Florida habría superado sus competencias al apoyar el recuento a mano de votos en tres disputados condados.
Horas antes, Bush había dicho a la prensa en Austin, Texas, sede de su gobernación, que la Corte Suprema de Florida se excedió en sus funciones al enmendar la ley electoral por permitir que continúen los recuentos en tres condados de inclinación demócrata. Está muy claro, dijo el gobernador texano en una declaración televisada a todo el país. La Corte (de Florida) enmendó la ley. Cambió las reglas y lo hizo después de que terminó la elección.
Bush acudió también a los tribunales estatales de la Florida para obligar a 13 condados a escrutar centenares de votos ausentes previamente descalificados, en su mayor parte emitidos por los militares. Fue la primera vez que los republicanos pidieron un nuevo escrutinio tras intentar durante días bloquear los pedidos de nuevos recuentos formulados por los demócratas.
Miami-Dade detiene el recuento
Mientras, la comisión electoral del condado de Miami-Dade anunció que detiene el recuento manual de votos por la falta de tiempo, ya que la Corte Suprema de Florida ordenó que los resultados sean entregados a más tardar el lunes por la mañana. Los demócratas, por su parte, también quieren actuar jurídicamente contra la decisión de las autoridades en Miami-Dade.
Cualquiera de los dos candidatos que gane el voto popular en la Florida obtendrá los 25 votos adicionales para el colegio electoral necesarios para ganar la la Casa Blanca, que se ha empantanado en una miríada de desafíos legales entablados por ambos bandos desde las elecciones del martes 7 de noviembre.
El jefe de la campaña de Gore, William Daley, dijo que estaba desalentado por la decisión de Miami-Dade y que los demócratas la desafiarían ante los tribunales. Gore confiaba en recoger los sufragios suficientes en Miami-Dade, el condado más poblado de la Florida, y en otros dos condados de mayoría demócrata en el sur de la Florida -Broward y Palm Beach-, para superar la ventaja de 930 votos de Bush en el Estado. Hasta ahora, el costoso y debatido procedimiento de recuento manual le reportó a Al Gore sólo 66 votos de ganancia (tiene otros 157 ganados en Miami-Dade, pero no se contarían si queda firme la resolución de este condado).