Año CXXXIV
 Nº 48.947
Rosario,
jueves  23 de
noviembre de 2000
Min 16º
Máx 24º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com





Diluvio. Las precipitaciones del 2000 desplazaron a la marca récord de 1961
Rosario está soportando el año más lluvioso de las últimas cuatro décadas
Durante la tormenta de ayer cayeron unos 60 milímetros de agua. Anuncian un verano inestable

Laura Vilche Eugenia Langone

Pasados por agua. Así vivieron los rosarinos el clima durante este año, el más lluvioso de las últimas cuatro décadas. Las lluvias del 2000 hasta el momento registraron 1.407,9 milímetros, superando el antiguo récord del 61, donde la marca había alcanzado los 1.378,6 milímetros. La tormenta de ayer fue toda una síntesis del diluvio que soportó la ciudad durante este año: cayeron unos 60 milímetros de agua, según datos del Servicio Meteorológico del Aeropuerto de Fisherton. A esta primavera aguada se suma un pronóstico no muy alentador: el verano mantendrá el mismo panorama inestable, ya que seguirá lloviendo uno de cada tres días, según adelantó el Servicio Meteorológico Nacional.
Ante los densos nubarrones la gente no cesa de afirmar que el tiempo está loco. Sin embargo, para el jefe de análisis climáticos del Servicio Meteorológico, Hugo Hordij, las cuestiones del tiempo no se analizan con las variables de la salud mental. El clima reacciona ante un montón de factores. Es cierto que tuvimos un invierno muy frío cuando en los últimos años no era así y que el verano del 99 terminó siendo seco, mientras que este que se viene será húmedo. Pero nosotros tratamos de encontrarle a estos comportamientos explicaciones meteorológicas, subrayó el especialista.

Las marcas del pluviómetro
Con las lluvias de ayer el registro de precipitaciones de este mes en Rosario alcanza los 242 milímetros. Sólo en las dos primeras horas de tormenta el pluviómetro marcó 18 milímetros, una cantidad importante de agua, según indicó el coordinador general de Defensa Civil.
A pesar de que el volumen promedio anual de precipitaciones en Rosario (993,7 milímetros) fue superado holgadamente en lo que va del año, desde el Servicio Meteorológico aseguraron que esta zona no es en la que más creció el nivel de lluvias en los últimas décadas. Mientras los rosarinos sufrieron entre el récord del 61 y el actual un aumento de 29,3 milímetros en el promedio anual de precipitaciones, en Buenos Aires la media aumentó aún más, detalló Hordij.
Para el especialista, las causas de este nuevo récord rosarino, se explican por varias razones. Pero, lejos de las culpas recurrentes a las corrientes de El Niño y de La Niña, en esta oportunidad se refirió fundamentalmente a distintas entradas de aire, la humedad y las frías aguas del Pacífico.
Por un lado, se registró desde el Litoral un ingreso de masa de aire tropical, originaria del Matto Grosso y el Amazonas. Aires cálidos y más húmedos de lo normal, señaló. Por otra parte, indicó a las áreas inundadas de las provincias del norte del país como una grave zona de evaporación que ha influido bastante sobre la humedad de Rosario.
Hordij se refirió a las perturbaciones permanentes del Pacífico sur como otra causa que obligó a los rosarinos a procurarse de paraguas y pilotos la mayor parte del año. Las aguas oceánicas cercanas a la Antártida -explicó- estuvieron más frías de lo normal, provocando irrupciones de aire gélido en invierno y en primavera, que al encontrarse con las masas de humedad del Litoral generaron las tan copiosas lluvias.

Tormentas de verano
Para quienes aseguran que lo que mata es la humedad el verano será un problema. Hordij anunció que las tormentas continuarán con una frecuencia mayor a la habitual para esta época. Con un promedio de un día de cada tres, los rosarinos y quienes vivan por esa región padecerán un chaparrón o una lluvia, anunció.
No obstante, y tal vez con ánimo de no aguar las vacaciones de más de uno, el especialista agregó que las precipitaciones no serán excesivas. Esto es que no sólo mantendrán su volumen, sino que tendrán la fisonomía pasajera de la típica tormenta de verano.
Para febrero y marzo se registran variaciones constantes en la atmósfera y en el océano, por eso hay que ser paciente y esperar antes de hacer un pronóstico, advirtió.

Bajo el paraguas
La tormenta de ayer, que vino acompañada de granizo sobre el mediodía, provocó el anegamiento de algunas zonas de la ciudad, aunque el coordinador general de Defensa Civil, Marcos Escajadillo, aseguró que no se registraron demasiados inconvenientes, ya que la lluvia cayó durante toda la jornada y el agua tuvo tiempo de correr sin que las bocas de tormenta se taparan.
La zona noroeste de la ciudad fue, como sucede habitualmente, una de las más afectadas, aunque no fue necesario evacuar ninguna vivienda. En el área de Provincias Unidas al 3700 había algunas calles anegadas, por lo que personal municipal trabajó en el lugar con una bomba para retirar el agua, explicó Escajadillo, quien también señaló que en barrio Sarmiento hubo reclamos de los vecinos porque entraba agua por las cocinas y los desagües, pero se solucionó rápidamente.
A diferencia de otras oportunidades, en la zona de Villa Banana la situación fue normal dentro de las circunstancias, ya que no hubo necesidad de evacuar, explicaron desde Defensa Civil.



La tormenta de ayer provocó algunos anegamientos.
Ampliar Foto
Diario La Capital todos los derechos reservados