Los concejales que integran el bloque del oficialismo están satisfechos. En nueve meses lograron -no sin sobresaltos- que se aprueben proyectos clave para la Intendencia como la derivación de fondos de gas para pavimentar calles, el boleto ocasional de colectivos a un peso, la moratoria de gravámenes, la adhesión a la ley de emergencia económica y la capitalización del Banco Municipal. Pero muchos temas rozaron el escándalo, hubo funcionarios que evitaron ir al recinto para eludir interpelaciones y se cuestionó con dureza las licitaciones municipales. Acá hay trajes a medida, se señaló en reiteradas oportunidades.
Más allá de la polémica, a la hora de hacer un análisis del año legislativo a punto de expirar -después de hoy restan sólo dos reuniones para terminar el período de sesiones ordinarias- la balanza se inclina para el sector oficialista.
Muchos temas dejaron heridas y fuertes denuncias. Dictámenes del Tribunal Municipal de Cuentas cuestionaron varios actos del oficialismo y en los temas más cruciales, como la derivación de fondos de gas a pavimento y el boleto ocasional a un peso, fue el presidente del Concejo, Pablo Cribioli, quien tuvo que definir la votación.
Cribioli se transformó en el hombre más importante de Hermes Binner dentro del Palacio Vasallo y el garante de la Alianza a nivel local. A la hora de aprobar temas candentes, fue el encargado de asegurar los votos en el recinto. Tranquilos, va a salir, se lo escuchó decir en más de una oportunidad.
La clave hay que buscarla sin dudas en la fortaleza de la alianza que sellaron en la ciudad Hermes Binner y Angel D'Ambrosio, y en la que -después de idas y venidas- también se alistaron los dos concejales del Frente Grande, Juan Giani y Silvana Svatetz.
Quizá el momento más difícil para esa coalición fue cuando se desató la crisis del transporte, en la que el propio Binner pidió a sus seguidores que aprueben un aumento del boleto o medidas excepcionales para sostener la transición hacia el nuevo sistema de colectivos.
Una fracción de los aliados UCR Celeste no se disciplinó y el Frente Grande puso en duda su apoyo. Allí la alianza quedó herida. Eran pocos votos, pero clave. El oficialismo reflotó entonces un mensaje del intendente: boleto ocasional a un peso y puso en marcha una ingeniería política desde las cúpulas partidarias. Cuestionado en su momento y olvidado en la comisión de Servicios Públicos, el proyecto se aprobó finalmente y se convirtió en el bálsamo que le permitió al Ejecutivo atemperar la crisis del transporte, prometer oxígeno a los empresarios y mostrar el regreso de la coalición.
Cronología de la labor oficialista
El trabajo parlamentario de los concejales del bloque oficialista y la consiguiente aprobación de proyectos y mensajes considerados prioritarios para el Ejecutivo comenzó temprano. En marzo se aprobó el presupuesto 2000 tal cual lo mandó el intendente, sin ningún tipo de reforma, señaló Liberati aunque en realidad olvidó que la oposición aceptó votar el presupuesto si se creaban 1.000 puestos de trabajo. En verdad, la aprobación se logró, pero sólo se implementaron 300 planes de empleo.
Ese mismo mes quedó firme además el veto que Binner había hecho a la ordenanza de transporte, lo que le permitió lanzar la licitación del nuevo sistema de colectivos, aunque las condiciones se fueron modificando sin pasar por los debates parlamentarios.
Hemos logrado que se apruebe la moratoria municipal, la capitalización del Banco, la adhesión a la ley de emergencia provincial -lo que le permitió al Ejecutivo suspender el pago de juicios en contra del municipio-, puntualizó un eufórico Liberati.
La embestida oficialista se completó este mes con la aprobación de la derivación del fondo de gas a pavimento. Esa norma le permitirá a Binner tener tres millones de pesos más por mes para asfaltar cuadras.
Sumando la de hoy, restan tres sesiones. Binner y su aliado Cribioli consiguieron atemperar las disputas internas de la Alianza, la oposición busca otros caminos para no quedar afuera de gestionar la ciudad. Quedan al menos dos meses de casi nula actividad para replantear estrategias. Claro, el año que viene hay elecciones y la mitad de las bancas se someten a elecciones.