Año CXXXIV
 Nº 48.947
Rosario,
jueves  23 de
noviembre de 2000
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El director de Chicos ricos, Mariano Galperín, apuesta a una historia policial
El rostro oculto de la frivolidad
El cineasta cuenta una historia de hoy en el filme que protagonizan Victoria Onetto, Iván González y Pepe Monje

El cineasta Mariano Galperín apostó en Chicos ricos, un drama que reflexiona sobre las miserias de la sociedad actual, a lo que él llamó un cine posible, consciente de sus posibilidades y realizado en función de ellas. La película se estrena hoy en el Village y Del Patio (este último no brindará funciones por el paro nacional). Está protagonizada por Pepe Monje, Iván González y Victoria Onetto.
Cine posible es, como la palabra lo dice, tener proyectos que sean posibles de hacer, sobre todo si te manejás en un mundo más independiente y de pocos recursos, dijo Galperín, de 39 años, para definir a su película.
Chicos ricos, el segundo largometraje de Galperín (el primero fue 1000 boomerangs, en 1995), es un drama social insertado en una historia policial. Transcurre en su mayor parte en un solo ambiente: una lujosa casa donde dos exitosos publicitarios (Monje y González) festejan la obtención de un premio.
Allí, mientras inician una fiesta con prostitutas y drogas, son tomados como rehenes por dos ladrones (Martín Adjemian y Erasmo Olivera). La orgía se transforma poco a poco en una pesadilla en la que, envueltos en excesos de violencia, sexo, escatología y estimulantes, los personajes dejan al descubierto sus miserias. La película cuenta con la participación especial de Déborah de Corral, Divina Gloria, Luis Ziembrowsky, Sebastián Borensztein (hijo de Tato Bores) y el veterano comediante Darío Vittori.
Es muy fácil que se te ocurran cosas imposibles, dijo el director, y añadió: Hay que estar muy atento, desde el primer día hasta el último, para meter las cosas dentro de una realidad, porque si te complicás y querés agrandarlas, el proyecto se transforma en imposible, y lo imposible es muy frustrante.
En ese sentido, Galperín recordó que pasó dos años tratando de conseguir -sin éxito- dinero para filmar Sandra y el Zorro, un proyecto sobre la vida del actor estadounidense Guy Williams que de todas maneras piensa rodar en locaciones de Los Angeles, Buenos Aires, Mar del Plata y Jujuy, siempre y cuando obtenga los recursos necesarios.
A partir de esa experiencia frustrada empecé a pensar en ir a lo posible. Mi idea es ir creciendo de a poco, en proporción a la escala y no a la calidad, porque una película puede ser genial y estar filmada totalmente adentro de un bar, afirmó el realizador.
En Chicos ricos, Galperín realiza una radiografía de la crisis de identidad de cierto sector de la juventud argentina, a través del retrato áspero de dos jóvenes millonarios, influyentes y exitosos pero emocionalmente vacíos y adictos a experiencias límite que mitiguen, aunque sólo en apariencia, su insatisfacción existencial.
Intenté por todos los medios que dentro de una historia que entretiene, también hubiera una reflexión sobre la situación de los protagonistas; que hubiera risas y una reflexión final con una carga de amargura, admitió Galperín.



Onetto construye su personaje a partir de su sensualidad.
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