El gobierno español informó ayer sobre el primer caso en España de la enfermedad de la vaca loca y dijo que investiga un posible segundo caso. El primer caso es concluyente y no hay lugar a dudas, dijo el ministro de agricultura Miguel Arias Cañete. Pero agregó que no hay motivos para pensar que estemos al borde de una epidemia. Las pruebas efectuadas por veterinarios del gobierno en Galicia revelaron un caso confirmado de la encefalopatía espongiforme bovina, dijo el ministro, quien agregó que las autoridades españolas enviaron muestras del segundo animal a expertos británicos para nuevos análisis. El ministro anunció que las autoridades españolas han impuesto cuarentenas a las granjas donde estaban las vacas, junto a otras fincas que pudieron haber tenido contacto con los animales. También indicó que todas las vacas que se crea hayan tenido contacto con ambos animales deben ser destruidas y examinadas. A principios de mes, España prohibió las importaciones de ganado francés e irlandés para crianza. La decisión se tomó después de un agudo aumento en el número de casos del mal en Francia, donde se han registrado 80 casos este año en comparación con 31 en todo 1999. Esa enfermedad animal ha sido vinculada a una dolencia cerebral mortífera en los seres humanos. España tiene en vigencia una proscripción a las importaciones británicas, suizas y portuguesas de ganado y carne vacuna debido a preocupaciones de salud. La situación comenzó en 1996 en Gran Bretaña cuando los científicos confirmaron los temores de que la enfermedad podía infectar a los seres humanos que consumieran carne vacuna contaminada. La Unión Europea respondió prohibiendo las exportaciones de carne vacuna británica, pero levantó la prohibición en agosto de 1999 en respuesta a medidas de seguridad adoptadas por Gran Bretaña. Se sabe que dos personas murieron en Francia a causa del equivalente humano de la enfermedad, para la que no hay cura conocida, en comparación con 81 en Gran Bretaña, donde fue identificada por científicos del gobierno a fines de 1995.
| En Zurich, una científica guarda porciones de cerebro humano que investiga por el mal. | | Ampliar Foto | | |
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