El arzobispo de Rosario, Eduardo Mirás, recibió ayer en su despacho a los principales dirigentes gremiales de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), de la Asociación del Magisterio de Santa Fe (Amsafé), y de la Mesa Coordinadora Social, que nuclea a 22 barrios carenciados de la ciudad. Todos fueron a buscar apoyo de la Iglesia para conformar un comité de crisis que redistribuya la ayuda social del gobierno nacional, provincial y municipal. Y salieron más que conformes de la reunión. La Pastoral Social va a acompañar la mesa de crisis. No podemos protagonizar el reclamo porque no nos corresponde. Pero si nosotros estamos presentes es porque lo está el arzobispo, dijo el presidente de la Comisión Pastoral Social del Arzobispado de Rosario, Carlos de Islas.
Ellos plantean reformas que no son utópicas. No quieren treinta bolsones más sino puestos de trabajo. Y nosotros vamos a acompañarlos en el camino de la construcción de esa sociedad, dijo de Islas. Sus palabras sonaban minutos después de que Mirás, por un lado, y la Pastoral, por el otro, terminaban de reunirse en las oficinas de Córdoba y España con Héctor Quagliaro (ATE), José María Tessa (Amsafé), Héctor Colombini (ATE-Pami), Aldo Strada (UOM Villa Constitución), y Omar Isern (grupo de base cristiana Obispo Angelelli).
Mirás prefirió no hacer declaraciones públicas tras la reunión. El prefiere que los dirigentes gremiales sean los voceros de este encuentro, explicó a La Capital el secretario del Arzobispo, Osvaldo Macerola. Islas, el titular de la Pastoral, ofició de vocero, aunque aclaró que lo hacía con un perfil bajo, porque prefería trabajar en silencio.
Las caras de los gremialistas mostraron cierta satisfacción tras este diálogo con Mirás a puertas cerradas que duró cuarenta minutos. Ante los hechos ocurridos en Rosario y en el país hay que encauzar el conflicto social, advirtió Quagliaro. El secretario general de ATE le propuso a Mirás integrar un comité de crisis junto al gobierno nacional, provincial y municipal, los sindicatos, y los grupos sociales organizados. Queremos que la Iglesia participe de este comité para que nos ayude a distribuir la ayuda social de manera equitativa y sin prerrogativas políticas, precisó el dirigente.
Tessa destacó que: El arzobispo consintió nuestras opiniones y les parecen correctas. Por otra parte, relató que también le planteó cuál es la situación educativa en la provincia y la falta de un diálogo fluido con el gobierno de la provincia. Mirás escuchó atentamente, se mostró interesado, pero no tomó resoluciones puntuales sobre el tema, indicó el dirigente.
Veedores de la situación
El titular de la Mesa Coordinadora Social, Francisco Serrano, encabezó junto a otros vecinalistas la reunión de ayer con Mirás. No somos políticos ni nada. No queremos cortar rutas ni destruir la ciudad. Queremos ser veedores de esta situación, dijo Serrano, que habló en representación del barrio Las Flores.
Los otros barrios que estaban representados ayer fueron Cristalería, Molino Blanco, 7 de Septiembre, Santa Lucía, La Tablada, San Cayetano, Colombres, Magnano y La Esperanza, entre una lista de 22 barrios carenciados que integran este grupo.
Anteayer, algunos de estos dirigentes barriales se reunieron con la secretaria de Promoción Comunitaria de la provincia, Roxana Latorre, con el mismo propósito de sumarla en esta mesa de crisis. Hay muchos políticos que están de acuerdo con nosotros, pero no se quieren sumar hasta que no vean lo que hacen los otros, afirmó Serrano.
La Ciudad
