| | Abierto de la República Argentina El Chino Fernández, en un final a pura emoción El veterano jugador había sido el último argentino en lograr el torneo en 1990
| Nadie podría imaginar que el 95º Campeonato Abierto de la República Argentina iba a tener un final tan electrizante que mantuvo al público expectante hasta el final. Si bien se sabía de antemano que el título iba a quedar en el país dada la exigua presencia de extranjeros de renombre (salvo la de Scott Dunlap, quien vino a defender su título), ni el más osado podría imaginar que Vicente Fernández, de 54 años, fuera el encargado de obtener el campeonato después de 10 años de extranjeros. Curiosamente, el Chino había sido el último jugador argentino en ganarlo en Playa Grande, en 1990. Fernández comenzó la última vuelta con 5 golpes de ventaja sobre Angel Cabrera y 6 sobre Eduardo Romero, una buena ventaja pero no imposible de descontar. Por esas cosas del golf, las diferencias con Romero desaparecieron en los primeros 9 hoyos, mientras que Cabrera se alejaba de la conversación. Los segundos 9 hoyos fueron una batalla golpe a golpe de excelente golf hasta llegar al último hoyo con un golpe de ventaja para Fernández, que Romero se ocupó de descontar con un excelente birdie. El empate estaba sellado con 277 golpes (-3) en la magnífica cancha colorada. El play off a muerte súbita (se jugó tres veces el hoyo 18) dejó a Fernández un putt de 5 metros. Cuando lo concretó pegó un salto y revoleó la gorra, toda una marca registrada en el veterano jugador. Había ganado el abierto por octava vez y la gente, al mejor estilo futbolero, terminó cantando en las tribunas: Olé, olé, olé, olé, Chino, Chino..., en un epílogo para recordar siempre.
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