Córdoba. Una pareja, sus seis hijos menores y una vecina (todos ocupantes de un mismo auto) murieron ayer como consecuencia de un cuádruple choque ocurrido en la ruta nacional 38, en cercanías de la localidad cordobesa de Capilla del Monte. En tanto, la tarde de ayer la policía buscaba al conductor de un Ford Falcon que habría originado el accidente y que fugó del lugar. Del accidente participaron el auto Fiat 128 en el que viajaban todas las personas fallecidas, un micro y otros dos vehículos. La policía informó que la múltiple colisión se registró a la medianoche del domingo en el paraje Corral de Piedra, en proximidades de la localidad de Capilla del Monte, a 110 kilómetros de la capital cordobesa. La principal hipótesis de la investigación es que la tragedia se originó por una mala maniobra del conductor de un Ford Falcon, cuyo conductor escapó y es buscado por la policía. Los investigadores explicaron que todas las personas fallecidas viajaban en un Fiat 128 conducido por Mario Mérida, boliviano de 40 años, quien se desempeñaba como trabajador rural en la zona donde se produjo el accidente. Los primeros peritajes revelaron que la muerte de las víctimas se produjo cuando, por la colisión, el auto en el que viajaban quedó incrustado debajo del micro, un Scania conducido por Omar Enrique Bustos, de 50 años. Del cuádruple choque también participó un Ford Taunus ocupado por Manuel Alejandro Fernández, de 32 años, y Jorge Daniel Castela, de 42, quienes resultaron ilesos. Además de Mérida, por el accidente murieron su esposa María Margarita Balmaceda, de 22 años, y Luisa Leone, también de 22 años y vecina de la pareja que vivía en San Esteban, una población de la zona. En tanto, los niños fallecidos e hijos del conductor fueron identificados como Isaac, de 12 años; Natalia, de 11; Celene Iris, de 9; Jonas Abraham, 6, y las mellizas Ariane y Ligia, de sólo cinco meses. Las fuentes indicaron que los dos bebés eran hijos de Mérida y Balmaceda, mientras que los restantes, producto de una pareja anterior del hombre. En el momento del accidente, el ómnibus Scania regresaba sin pasajeros a Santiago del Estero después de haber dejado en la localidad de La Cumbre, también en el Valle de Punilla, a un contingente de 45 estudiantes santiagueños. El choque ocurrió durante la medianoche, pero la magnitud de la tragedia se conoció durante la madrugada, cuando los cuerpos fueron extraídos de entre los hierros retorcidos del automóvil que quedó debajo del ómnibus. Cuando se produjo la colisión, los tres autos circulaban en la misma dirección y al parecer el Falcon intentó superar un vehículo. Una de las hipótesis es que al toparse con el ómnibus que circulaba en sentido contrario, el conductor del Falcon quiso volver a su carril, y desencadenó la tragedia. De la investigación del accidente participa la policía y el fiscal de instrucción de la ciudad de Cosquín Marcelo Sicardi.
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