El caso Ivcher se ventila desde hoy en la Cidh

San José, Costa Rica. „ El empresario peruano Baruch Ivcher Bronstein desafió a los testigos del Estado de Perú a comparecer ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Cidh), en el juicio que comienza hoy, por presuntas violaciones a la libertad de expresión. Sería lamentable que no llegaran (vinieran) los que han sido convocados, entre ellos Vladimiro Montesinos, uno de los que más me persiguió y que está llamado como testigo, aseguró Ivcher.
El empresario fue privado de su nacionalidad en 1998, por las autoridades de Lima, en momentos en que dirigía una ofensiva de denuncias contra el gobierno de Alberto Fujimori. Ivcher expresó ayer que esta semana librará ante la Corte, con sede en Costa Rica, una batalla legal por el pleno reconocimiento de sus derechos de ciudadano, y la rehabilitación total para retomar la dirección de sus empresas. Eso es, no voy a pedir menos que se me restablezca en el pleno ejercicio de mis derechos de ciudadano del Perú, y que cese la persecución contra mi esposa y mis cuatro hijas, aseguró.
Los jueces interamericanos conocerán en su etapa de fondo el caso del empresario, presidente del Canal 2 de Lima, a quien las autoridades peruanas privaron de su nacionalidad, de acuerdo con la acusación, para desplazarlo del control de la televisora y coartar su libertad de expresión. La acción de las autoridades de Lima se dio en 1998, en momentos cuando el Canal 2 llevaba adelante una intensa campaña de denuncias sobre violaciones a los derechos humanos por parte del gobierno de Alberto Fujimori.
Me privaron de mi nacionalidad y de mis empresas, pero no pudieron callar al equipo de periodistas honestos, que siguieron en la lucha en su valiente denuncia del régimen y sus atropellos a los derechos humanos, afirmó Ivcher. Esta rueda de prensa donde Ichver habló sobre la supresión de su ciudadanía peruana coincidió en momentos cuando trascendía la renuncia de Alberto Fujimori a la presidencia de Perú, noticia que Ivcher recibió con cautela.
Un alivio, luego de tantos años de lucha, pero consideró que no hay todavía condiciones para su regreso del exilio a Lima, porque los sicarios del régimen siguen en sus cargos.