El futuro del supuesto agente de la Dina (la policía secreta chilena) Enrique Arancibia Clavel se sabrá hoy, cuando el tribunal Oral Federal Nº6, que investiga qué participación tuvo en el atentado que mató al general trasandino Carlos Prats y su esposa, dé a conocer el veredicto del juicio que sustancia desde principios de octubre.
A las 10.30 los jueces José Martínez Sobrino, María del Carmen Roqueta y Horacio Vaccare le preguntarán al imputado si quiere hacer uso del derecho a la última palabra, es decir ser la última voz antes de que el tribunal comunique su fallo. El abogado Enrique Terrarosa, uno de los defensores de Arancibia, adelantó que su cliente aprovechará la oportunidad para insistir con su inocencia, sobre todo teniendo en cuenta que eligió ampararse en el derecho de no declarar durante el proceso.
Fuentes del tribunal indicaron que luego de escuchar las palabras de Arancibia Clavel, los magistrados ordenarán un cuarto intermedio para analizar qué decisión tomarán. Según el procedimiento, hoy mismo deberían dar a conocer el veredicto, pero la difusión de los fundamentos puede demorarse varios días.
En el marco del proceso oral y público que comenzó el 9 de octubre pasado, tanto la fiscalía como las hijas del matrimonio asesinado y el Estado chileno en calidad de querellantes pidieron la semana pasada que el acusado sea condenado a la pena de reclusión perpetua, por considerarlo coautor del delito de asociación ilícita agravado y partícipe necesario en el doble homicidio calificado.
Estrategia de la defensa
Los abogados defensores insistieron en reclamar la inocencia de su cliente porque sostienen Arancibia no estuvo en Argentina cuando se cometió el atentado ni tampoco pertenecía a la Dina durante esa época. Pero advirtieron que en el caso de encontrarse pruebas, deberían condenarlo por asociación ilícita simple, porque esa sería la ley más benigna.
El 30 de septiembre de 1974, Prats y su esposa fueron destrozado por una bomba colocada en su auto. El artefacto fue de tal poder que hizo volar el techo del auto hasta la terraza de un edificio vecino de ocho pisos. Prats era jefe del ejército durante la presidencia de Allende, pero renunció en 1973, poco antes de que Augusto Pinochet asumiera el poder. Prats representaba un riesgo para la estructura de poder que se iba gestando en el Cono Sur en ese momento.
Para la acusación, Arancibia Clavel era el único hombre de la Dina en Buenos Aires antes del atentado que, desde mediados de 1974, usaba documentos falsos y viajaba entre Santiago y Buenos Aires sin ser detectado por los controles migratorios. Era el jefe de información clandestina y, precisamente por eso, fue la persona que preparó el terreno para que el estadounidense Michael Townley pusiera y activara la bomba, según el mismo confesó ante la Justicia argentina.
Arancibia ya había sido detenido en 1978 en Buenos Aires, acusado de espionaje, durante el conflicto por el Beagle. Pero luego el ex presidente de facto Roberto Viola lo indultó en 1981. Regresó a su país y tras quince años volvió a la Argentina y fue arrestado en el marco de la investigación que sigue la jueza María Servini de Cubría para esclarecer el atentado desde 1990. La Justicia argentina el pasado 27 de octubre libró una orden de captura internacional, con fines de extradición a la Argentina, contra Pinochet y otros seis miembros de la Dina, entre ellos el ex jefe del organismo, Manuel Contreras.