El diputado nacional Alberto Natale expresa gran preocupación por la situación económica del país, ya que „dijo„ estábamos al borde de un colapso de una magnitud tal que no se sabía hasta dónde podía llegar. Asegura que pasamos de coma 4 a coma 3, pero advierte que todavía seguimos en terapia intensiva y entonces sostiene que a partir de ahora el gobierno nacional deberá tomar medidas muy firmes.
Natale recuerda que ha insistido en advertir, desde que se debatió en el Congreso el presupuesto de 1995, que el fuerte endeudamiento que paulatinamente el país fue construyendo se aproximaba a una situación explosiva que algún día podría desencadenarse a consecuencia de que se cerraran los mercados financieros y el país no tuviera formas de obtener los préstamos necesarios para cubrir los déficit de su presupuesto nacional que, año tras año, se fue incrementando.
Dice que las luces amarillas que hace bastante tiempo advertí que estaban encendidas se transformaron en rojas el martes 7 de noviembre último, cuando el riesgo país superó la fatídica línea de los mil puntos, lo que significa que para endeudarnos tenemos que pagar diez puntos más de interés que lo que corresponde a préstamos para tomadores de primera línea y como consecuencia de ello la Nación Argentina, para colocar letras por 1.100 millones de dólares, tuvo que llegar a pagar un interés del 16 por ciento anual.
Cree que hubo una respuesta muy rápida del Fondo Monetario Internacional, tres días después. A diferencia de la manera como había actuado en las crisis del último lustro (México, Corea y países de Oriente, Rusia y Brasil), en el caso argentino reaccionó antes del incendio actuando preventivamente.
Evita males mayores
Esto „según Natale„, hasta hoy, evita males mucho mayores. Estos días se va a discutir cómo instrumentar un auxilio financiero (blindaje que le dicen) del FMI, el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial, el Tesoro de Estados Unidos y algunos países europeos que pueda redondear los 20, 25 mil millones de dólares.
Espera que de esto el país obtenga algún oxígeno y que la economía salga del coma 4 y pase al coma 3, pero no debemos creer que las cosas ya están resueltas. Debe venir una acción muy dinámica del gobierno.
En ese terreno, el legislador aconseja que la administración que encabeza Fernando de la Rúa tome algunas decisiones.
Para Natale primero hace falta aprovechar la asistencia financiera del FMI para reprogramar el servicio de la deuda, de manera que sea compatible con la capacidad de pago que tiene el país.
Después sugiere proyectar una reforma impositiva de fondo que sea aplicable desde el 2002 con tres bases: aumentar la recaudación a partir de disminuir la evasión, alentar la producción apuntando a que la deuda fiscal surja recién cuando se perciba el beneficio de la actividad que se desarrolla y desdoblar, con un objetivo federal, algunos gravámenes que hoy son coparticipables como puede ser el IVA o el impuesto a las ganancias, para que por un lado la Nación y por otro las provincias ejerzan libremente tanto sus potestades como sus responsabilidades fiscales.
En tercer lugar, el demoprogresista estima imprescindible recrear un clima positivo de confianza que estimule la inversión privada como motor del desarrollo de la economía. Esto requiere „aclara„ un fuerte liderazgo político que aliente a la población a sumir esta responsabilidad.
Hace falta que se abra un horizonte de certeza en el rumbo económico y de perspectiva que aliente a la inversión, desde la pequeña de quien quiere comprar una moto hasta la grande de quien quiere poner una fábrica, argumenta.
La Ciudad
