Antes de viajar a Japón en procura de la Copa Intercontinental, Boca puso las cuentas deportivas en orden y venció a Talleres 2 a 0, en uno de los trabajos más sólidos en este torneo, que está muy cerca de obtener. En una Bombonera debordante de público y repleta de euforia, Boca completó un recorrido clave para arrimarse todavía más hacia un nuevo título. El gol para empezar la mejor despedida antes de viajar a Oriente lo consiguió Riquelme, a los 44', luego de recibir la pelota, acomodarse y definir abajo y a la izquierda de Cuenca. La oportunidad se originó en un centro de Fagiani desde la izquierda, un rechazo de cabeza de Maidana y la intervención de Delgado, quien enganchó hacia adentro y habilitó a Riquelme. El otro tanto lo marcó el Chelo Delgado, a los 72', tras una saque largo y perfecto del arquero Córdoba y una desatención masiva de la defensa de Talleres. El local venció con merecimientos en la primera parte porque empezó y terminó mejor que la formación dirigida por Juan José López, pese a que hubo un momento en que perdió el control y además necesitó de dos intervenciones fundamentales de Córdoba frente a Luis Rueda para mantener el cero. En los primeros diez minutos de ese capítulo, Boca metió una gran presión y ahogó a Talleres en la salida con gran movilidad de los mediocampistas, y en los primeros dos minutos el local ya tuvo oportunidades claras. Después, a los 10', un cabezazo de Bermúdez terminó con el balón en el travesaño. Después de esa chance Boca perdió precisión y Talleres encontró espacios para manejar la pelota, en especial por la tarea que Daniel Albornós desarrolló por la derecha, donde se apreciaron una vez más los problemas ya crónicos de Fagiani. Talleres dispuso también de ocasiones interesantes, en una de ellas Rueda se fue solo, tenía espacio para buscar otra definición, pero disparó y tapó Córdoba en forma excelente. A los 21', Albornós buscó a Astudillo en el área, de taco se la dio a Rueda, que venía de frente, el delantero remató y otra vez ganó Córdoba. Talleres apareció por entonces más seguro con la pelota, pero en el último cuarto de hora Boca volvió a tomar el control de la pelota y Riquelme, el mejor de todos, participó más del juego. Hubo también un tiro de Palermo por arriba de Cuenca y finalmente el gol de Riquelme, cuando Boca lo merecía. En el complemento Boca tuvo 11 llegadas profundas contra 1 de Talleres, que quedó muy expuesto con tres hombres en el fondo, porque Riquelme tuvo gran claridad y una precisión poco común. Delgado puso un resultado más cómodo y Boca terminó de darle forma a uno de los trabajos más sólidos del equipo en lo que va del campeonato y sacó así diferencias muy claras sobre el equipo que antes del comienzo de esta fecha era su escolta.
| |