Francisco Franco fue el dictador con más años en el poder en toda Europa Occidental en este siglo, tras gobernar España con mano de hierro después de desatar una de las guerras civiles más enconadas del continente. Pero a 25 años de la muerte del general Francisco Franco, los pocos miles de personas que el fin de semana pasado se reunieron en Madrid y sus alrededores para conmemorar el aniversario, fueron un testimonio más de que la vasta mayoría de los españoles no tiene el menor deseo de atesorar su recuerdo.
Halagado hasta el ridículo durante cuatro décadas, su nombre produce hoy indiferencia o sentimientos negativos para el 80% de los ciudadanos, especialmente entre los jóvenes, dijo el influyente matutino El País en un editorial.
En una encuesta realizada a mil personas por encargo del periódico, más de 80% dijo sentir que la nación había mejorado en casi todos los aspectos, a excepción de la seguridad de los ciudadanos, lo que refleja un temor creciente ante el incremento de la delincuencia y la violencia política en los últimos años.
Pero a pesar de que son pocos, Franco sigue teniendo sus partidarios. Unos dos mil de ellos participaron ayer en una reunión en la plaza Oriente de Madrid que se realiza todos los años en el domingo más próximo al aniversario de su muerte.
Disuelven acto antifranquista
Entretanto, un millar de militantes antifranquistas convocados por organizaciones de izquierdas realizaron una contramanifestación, que fue disuelta por la policía antimotines con bastones y balas de goma. La autoridad policial no comentó el incidente. Testigos presenciales dijeron que por lo menos diez personas recibieron heridas y hubo unos cinco detenidos.
En los primeros años posteriores a la muerte de Franco, el acto atrajo a decenas de miles de personas. Pero con el paso de los años y en la medida que España se sacudió casi 40 años de dictadura para abrazar totalmente la democracia y el capitalismo de mercados libres, las multitudes empezaron a encogerse vertiginosamente.
Este año, España al parecer decidió adoptar una actitud distinta ante la fecha, considerándola más una razón para celebrar los 25 años de reinado del rey Juan Carlos, coronado dos días después de la muerte de Franco, el 20 de noviembre de 1975, lo que inició el despegue del país a la democracia.
Tras triunfar en una revuelta contra un gobierno de tendencia izquierdista, Franco, a quien le gustaba que le nombraran El Caudillo, inició un período revanchista de 36 años de autoritarismo y represión.
A pocos años de su desaparición se legalizaron los sindicatos, se otorgó autonomía a varias regiones y hasta se legalizó al Partido Comunista. Asimismo, la población aceptó de manera colectiva el llamado Pacto del Olvido, acordando no exigir ninguna retribución que pudiera perturbar el retorno del país a la democracia.