Tallahassee. El candidato republicano George W. Bush triplicó ayer su ventaja sobre el demócrata Al Gore en el Estado de la Florida tras el conteo de todas las boletas ausentes procedentes del extranjero. Sin embargo, la elección presidencial estadounidense depende de las decisiones que tome la próxima semana la Corte Suprema de la Florida. Bush, gobernador de Texas, aventaja al vicepresidente Gore por 930 votos después que los 67 condados de la Florida reportaron los resultados de sus respectivas boletas ausentes. El cómputo no incluye resultados del controversial recuento manual en tres distritos donde los demócratas esperan obtener apoyo para Gore.
Bush logra una ventaja total de 930 votos respecto a Gore al cosechar 1.380 frente a los 750 del demócrata. Así lo anunció la republicana secretaria de Estado de Florida Katherine Harris, en una declaración oficial. Otros 1.420 votos por correo han sido anulados por no constar el matasellos en el sobre o por ser ilegible la fecha. Los republicanos acusaron a los demócratas de tratar de desacreditar los sufragios de soldados y oficiales en el Estado, a lo que los demócratas respondieron que el conteo era correcto y que el material electoral había sido examinado por autoridades electorales locales. Al parecer, y según fuentes militares, el correo procedente de las bases estadounidenses en el extranjero no se suele llevar el sello postal. Tras esto, los partidarios de Bush han acusado a los demócratas de abrir una campaña coordinada para rechazar el voto militar, mayoritariamente republicano.
La algarabía está contenida
Sin embargo, en Austin, Texas, Estado del que es gobernador, Bush se manifestó satisfecho por aumentar su ventaja frente al actual vicepresidente estadounidense. Aún así, Bush no puede cantar victoria ni la secretaria del Estado de la Florida, Katherine Harris, certificar los resultados debido a una orden de la Corte Suprema del Estado, emitida el viernes, que paralizó la situación hasta mañana. Ambas partes se preparaban ayer para presentar sus argumentos ante el máximo tribunal floridano por escrito.
Ahora el asunto principal es ver si el recuento de los votos manuales que se realizan en los condados de Palm Beach y Broward, y el que está a punto de comenzar en el condado de Miami-Dave, serán incluidos en el número total de sufragios. Se cree que todos los recuentos favorecerán a Gore. Quien logre los 25 votos electorales de la Florida será proclamado ganador de las elecciones efectuadas el 7 de noviembre.
La directora de prensa de la campaña de Bush, Karen Hughes, dijo que el candidato republicano estaba complacido con los resultados de las boletas ausentes y pidió a la Corte Suprema ratificar los resultados rápidamente. Esperamos que una vez la Corte Suprema de la Florida haya escuchado los argumentos de este caso, las leyes de la Florida prevalezcan y las elecciones sean certificadas, dijo Hughes. El Tribunal Supremo convocó para mañana a las 14 hora local (16 de Argentina) para una audiencia durante la cual cada parte dispondrá de una hora para exponer sus argumentos en favor o en contra de tomar en cuenta el resultado de dichos conteos a mano. Se estima que dicha corte de Florida difundirá a mediados de la próxima semana su certificación final sobre los comicios en ese Estado. Hughes agregó que el recuento manual de votos en la Florida sólo permitirá reinventar los resultados de las elecciones. Tenemos claras evidencias de testigos que dicen que el recuento manual no es un recuento sino una distorsión de las verdaderas intenciones de votos de los floridanos.
Por su parte, el portavoz de Gore, Doug Hattaway, dijo que la campaña del vicepresidente esperaba que Bush fuera más beneficiado con las boletas ausentes. Realmente creíamos que el gobernador Bush iba a ganar más votos de los que obtuvo, de modo que estamos contentos con los resultados, dijo Hattaway.
Funcionarios del Departamento de Elecciones del condado Miami-Dade, el distrito más poblado de la Florida, se reunieron ayer para decidir cuándo y cómo proseguir con el recuento manual de su total de 654.000 votos.
El comité electoral decidió el viernes, en una votación 2-1 realizar, realizar el recuento en su totalidad. También el viernes, la Corte Suprema de la Florida prohibió al Estado declarar un ganador en la feroz lucha por la presidencia de Estados Unidos al menos hasta la próxima semana, manteniendo viva las esperanzas de Al Gore y frenando lo que parecía ser ya una victoria de George W. Bush.
El más alto tribunal del Estado falló sobre una apelación de emergencia presentada por el vicepresidente demócrata 10 días después de las elecciones del 7 de noviembre, ya que Gore y Bush necesitan de los 25 votos del colegio electoral de la Florida para llegar a la Casa Blanca.