Carcarañá. Los ediles del bloque Justicialista y de la Alianza se comprometieron ante mas de un centenar de vecinos a pasar a archivo y desechar definitivamente la iniciativa del intendente Jorge Tonero de adquirir en forma directa a la firma Mastellone Hermanos la planta de la ex Cindor ubicada sobre la ruta 9, en la que se pretendía trasladar las actuales oficinas de la Municipalidad de Carcarañá.
El proyecto había sido aprobado por los ediles oficialistas la semana pasada, tras haber permanecido no más de diez días en estudio de comisión. La masiva oposición de la ciudadanía provocó un giro de trescientos sesenta grados y la semana próxima la ex Cindor se convertirá en una ilusión que estuvo cerca de concretarse.
El compromiso de los concejales quedó sellado en la sesión del jueves pasado ante la presencia de pobladores que, al igual que la semana pasada, expusieron los motivos de la inviabilidad del proyecto municipal, poniendo como motivo las serias dificultades económicas que posee esta ciudad del departamento San Lorenzo.
La continuidad de la sesión de la semana pasada comenzó con la lectura de una resolución que fue firmada por la totalidad de los ediles, quienes resolvieron retornar a estudio de comisión el proyecto de compra de la planta de la ex Cindor para analizar otras alternativas de solución a los problemas de los edificios municipales.
Esa decisión significó para los ediles oficialistas (que la semana pasada votaron a favor de la compra) dar marcha atrás con relación a la iniciativa. La misma pretendía lanzarse oficialmente esta semana a través de un boletín informativo municipal donde se iba a dar a conocer a la población los motivos de la compra.
Si bien en la práctica los concejales acordaron pasar a comisión el proyecto municipal del intendente Tonero, el compromiso de la totalidad del cuerpo fue pasarlo a archivo en la próxima sesión y desechar definitivamente el proyecto del jefe comunal.
No compraremos la planta
Quédense tranquilos que el municipio no comparará la ex Cindor, dijo en varias oportunidades el edil oficialista, Eduardo Di Benedetto. La consideración del ex funcionario municipal fue seguida en similares términos por José Salinas, quien horas previas mostró su arrepentimiento personal en un programa local de televisión.
A pesar de las consideraciones del oficialismo los vecinos continuaron firmes en el recinto presenciando el desarrollo de la sesión. La desconfianza radicaba en la publicación de un boletín donde se hacía referencia a que el negocio con Mastellone Hermanos estaba prácticamente cerrado.
En esa edición que no logró salir a la calle, pero los vecinos accedieron al original el municipio aseguraba que Carcarañá respondió afirmativamente a la proposición de la empresa de adquirir por una suma de 400.000 pesos el predio de 2,3 hectáreas ubicado sobre la ruta 9, y que la decisión estaba apoyada en estudios previos de funcionamiento y de costo operativo.
Este proyecto pasa a comisión y queda paralizado en el Concejo porque hubo un cambio en la decisión política. Se trató de un proyecto que tuvo una masiva oposición de los carcarañenses y por eso ahora se da marcha atrás, señaló el edil Di Benedetto.
La compra de la planta a la firma Mastellone iba a consistir en un pago de 50.000 pesos a la firma del contrato y un saldo pagadero en 75 cuotas de 6.656 pesos cada una, cifra que era considerada como una mínima incidencia en el presupuesto municipal.
En la publicación, que no alcanzó a salir a la luz, se proponía la eventual venta de los inmuebles municipales, el mejoramiento de la calidad de la gestión y el recibimiento de un subsidio del gobierno provincial.
La semana pasada un centenar de vecinos intentaron impedir que los concejales oficialistas aprobaran un proyecto de ordenanza del intendente Jorge Tonero, para la compra directa de las instalaciones ubicadas en el kilómetro 353 de la ruta 9.