Aunque de la boca para adentro los jugadores de Central se rompan las vestiduras y no se animen, por ahora, a detener su real objetivo en el partido ante Newell's del 3 de diciembre, en esta ocasión podría decirse que la imposición de fixture le da la derecha. Dicho en otros términos, y dejando para otra oportunidad el palabrerío que siempre genera el clásico de la ciudad, el compromiso de esta tarde frente Unión se presenta como uno de los filtros que deberán sortear los canallas para cotizar en bolsa desde lo moral y futbolístico y conocer, de una vez por todas, lo que significa cantar victoria lejos de Arroyito en el actual Apertura. En lo que respecta al núcleo futbolístico del duelo ante el equipo de Pumpido, podrían anotarse varias cuestiones aleatorias para tener en cuenta. Sobre todo si la mirada se descansa en la complicada semana que transitaron los jugadores canallas por el conflicto económico con los directivos. La cosa estuvo a punto de rozar lo ridículo cuando el plantel (Maceratesi se encargó de desmentirlo después) amagaron con tomar cartas en el asunto y viajar hacia la capital de la provincia en sus respectivos autos particulares. Cosa que quedó desechada al término del entrenamiento del viernes cuando el Rafa y el mismo Patón Bauza anunciaron que por una cuestión de comodidad decidieron alquilar un micro y viajar a Santa Fe por esa vía. Otro de los ítems a destacar para el choque de hoy es la abstinencia que evidencia Central en condición de visitante. Hasta ahora el conjunto canalla no sabe lo que significa ponerse en los bolsillos tres puntos cuando sale de su cancha. De los seis encuentros que jugó afuera de casa, cinco fueron derrotas (algunas con goleadas incluidas como contra River y San Lorenzo) y en una oportunidad completó la secuencia con un punto de oro nada menos que ante Boca. Del otro lado del campo estará Unión. Valentonado por el agónico empate conseguido en el clásico ante Colón en la fecha pasada, el gran objetivo del conjunto de Pumpido está depositado en caminar de la mejor forma las cuatro fechas que restan y lograr escaparle a la medianía de la tabla de posiciones. Más allá que el panorama se muestra expectante con relación al promedio del descenso, la regularidad que dominó sus últimas actuaciones (hace nueve fechas que no pierde) hace presagiar que será un hueso muy duro de rodear para los muchachos del Patón. Así está planteada esta historia entre canallas y tatengues. Un duelo donde las coincidencias pasan por la mejoría futbolística de ambos, pero que también acredita diferencias. Mientras los locales ya pasaron el filtro emocional del clásico, los rosarinos juegan en función del que deberán afrontar dentro de quince días en el Coloso del Parque Independencia.
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