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 sábado, 24 de noviembre de 2007  
Descubren que un militar no se suicidó: lo asesinaron

Buenos Aires.— Un militar que trabajaba en la Casa Rosada, hallado con la cabeza casi desprendida del cuerpo hace tres semanas, no se suicidó, como se especuló en un primer momento, sino que fue asesinado.

   La autopsia concluyó que Jorge Oscar López, de 40 años, el sargento desaparecido desde el 12 de octubre pasado, recibió un disparo en la cabeza y que las lesiones producto de la caída desde el acantilado em Chapadmalal habían sido provocadas post mortem.

   Fuentes de la investigación revelaron que el suicidio de López, quien cumplía tareas en la Casa Militar de la Casa Rosada, fue descartado porque el sargento era diestro y el balazo lo tiene del lado izquierdo de la cabeza. Además, tanto el estallido del cráneo como otras fracturas y lesiones que presentaba el cadáver fueron post mórtem.

   Según explicó un experto forense, en caso de que López se hubiera suicidado al borde del acantilado y luego caído al vacío, las lesiones del cadáver serían vitales porque en el trayecto su sangre habría seguido bombeando por unos segundos.



El último día. El 12 de octubre pasado, López, quien vivía en el barrio porteño de San Telmo, se despidió de su esposa y sus dos hijos para ir a trabajar, pero no concurrió y la mujer denunció la desaparición ante la fiscal Marcela Sánchez. Algunos familiares y amigos declararon que notaron que el sargento estaba “raro”, pero no le había manifestado a nadie que tuviera planeado abandonar su hogar.

   El 5 de noviembre, un grupo de niños encontró un cadáver en una playa de Chapadmalal, 30 kilómetros al sur de Mar del Plata, y tras efectuarse una comparación a través de huellas dactilares se determinó que se trataba del suboficial del Ejército.

   La decapitación no era desde el cuello, sino que le faltaba la cabeza desde la mandíbula inferior hacia arriba, por lo que los forenses creen que pudo haberle estallado luego de ser empujado y golpearse contra las rocas.

   El cadáver tenía la misma ropa que el sargento usaba desde el día de su desaparición y sólo le faltaba uno de los botines, el cual pudo ser arrastrado por la marea. A unos mil metros del lugar también se halló el auto de López, un Volkswagen Gol patente EUP 351, cerrado y con documentación en su interior. l
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