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 sábado, 10 de noviembre de 2007  
Una carta como coartada del acusado por un crimen
Confirman que empresaria porteña murió estrangulada y revelan la misiva que escribió el imputado

Buenos Aires.— Eduardo Becerra, el hombre de 66 años detenido y acusado de matar a la empresaria gastronómica Mónica Vázquez en la localidad de Ciudadela y enterrarla en el patio de la vivienda que le alquilaba, aseguró en una carta que la mujer murió por un “accidente” luego de que en una discusión por el aumento del alquiler, él la empujó y ella se rompió los dientes y se ahogó con su propia sangre. Sin embargo, la autopsia determinó que la mujer fue estrangulada y entonces el imputado se negó a declarar.

La hipótesis del accidente sostenida por Becerra surge de una carta que el hombre le escribió a su ex pareja y madre de su hijo, Stella, tras la muerte de la empresaria. El texto está fechado el 7 de noviembre, dos días después del asesinato.

“Mónica cobró su alquiler el 2 de noviembre y volvió el lunes 5. Yo no la esperaba, vino muy enojada y me dijo que el alquiler de noviembre valía 1.200 pesos y que si no me tenía que ir lo antes posible. Vos imaginate mi sorpresa, yo le dije que era imposible para mí pagarle ese dinero, que no podía. Tengo como 3.000 pesos en deudas y no sé qué hacer”, dice la carta.

Becerra escribió que Vázquez, a quien le pagaba 600 pesos por mes, se quejó también por un ficus que estaba creciendo mucho y que le iba a romper la casa y que luego le dijo que tenía que irse esa semana o lo iba a “desalojar por la fuerza”.

Reacción. “Yo me enojé mucho y vos sabés la bestia que soy cuando me enojo. Discutimos mucho y me insultó, me tiró una cachetada, yo le agarré las manos y la empujé sobre la silla, se cayó de boca, se rompió los dientes y sangraba mucho”, afirmó Becerra en el texto.

“Le dí agua y se desmayó, la sangre la ahogó, se puso morada y se murió”, agregó el acusado. Y dijo que pensó que “nadie” le iba a creer que era un accidente por lo que decidió enterrarla en el fondo de la casa.

“Yo no voy a estar más en este mundo... no estoy loco...sí muy nervioso...te pido que le des la carta a la policía y que Dios me perdone”, concluyó el hombre.

Según las fuentes consultadas, todo el relato de Becerra será cotejado con los peritajes realizados en la casa en la que se cometió el crimen y donde la mujer fue hallada dentro de dos bolsas negras de residuos, en posición fetal, maniatada y con los dientes rotos.

En tanto, el imputado fue trasladado ayer a los tribunales de Retiro tras haber sido detenido la noche del jueves en un hotel del barrio de Liniers, horas después del hallazgo del cadáver. La captura se logró porque el conserje del establecimiento avisó a la policía que Becerra se había hospedado sin equipaje y con su documento y verdadera identidad cuando todos lo estaban buscando.

Sin declarar. Si bien cuando ingresó al juzgado Becerra comentó informalmente lo mismo que había escrito en la carta, cuando le leyeron la acusación en su contra y le dijeron que la autopsia afirmaba que la mujer había sido estrangulada, se negó a declarar.

La empresaria asesinada vivía en el barrio de Núñez y era dueña de varios restaurantes. Fue vista por última vez con vida el lunes último y la mañana del martes sus allegados recibieron un llamado en el que les exigieron 500 mil dólares de rescate por un secuestro que nunca existió. Al conocerse que podría haber tenido un problema con un inquilino, se allanó la casa de Ciudadela donde se se encontró el cuerpo. (Télam)


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El cadáver apareció en la casa que el acusado alquilaba a la mujer.


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