Primera B

Córdoba venció a San Telmo y ya es protagonista

Javier Parenti / La Capital

Un triunfo así sirve para crecer. Acerca al camino a transitar con rumbo a la zona de animadores del torneo. Que el rival fuera un San Telmo que venía golpeadísimo no obligaba a un simple trámite sino que debía ser la confirmación de una levantada futbolística y de resultados. Y Central Córdoba consiguió lo que perseguía. Un 2 a 1 apretadísimo, pero importantísimo para adosarlo al 2-0 de una semana atrás y utilizarlo de rampa hacia otro salto ganador cuando el martes reciba a Deportivo Armenio.

Los pronósticos hablaban de un rival que dejaría todo de entrada para revertir su mal momento (derrotas y goleadas en serie) y una lluvia que complicaría la escena. Ambos se cumplieron hasta el minuto 90, aunque el charrúa se bañó en festejo.

A los 55 segundos sonaron los primeros acordes del candombero y a los 16’ Daolio quiso hacer bailar a Santilli pero el arquero lo rebotó con un movimiento bárbaro. Pero en la siguiente (23’) nada pudo hacer, es que un centro desde la derecha cayó en la cabeza de Daniel Aranda y, sobre llovido, mojado.

Había que pensar en cambiar la música. En cinco minutos Córdoba lo hizo. Pierani tocó, Lenci giró y definió, zurdazo bajo y 1 a 1. Pero no alcanzaba. Tampoco San Telmo lo aceptaba. Pero no pudo evitar que a los 40’ los de Tablada sacaran provecho de su arma letal.

El pibe Yofré se animó a gambetear, lo bajaron y la pelota quedó mansa esperando la caricia del 10. Bezombe miró al arco, eligió el palo izquierdo y allá abajo fue. Golazo para el 2 a 1 y a defenderlo.

Todo un segundo tiempo quedaba por delante, con lluvia y un San Telmo insistidor. Poco profundo, limitado, pero tenaz hasta el final. El que llevó a Córdoba contra su arco, el que no lo dejó salir, el que lo obligó a defenderse. Tal vez demasiado, y este es un punto a corregir. Es que se defendió y le salió bien, pero con fallas, y se salvó de milagro.

Como a los 80’, cuando una pelota parada derivó en los pies de Delgado y su remate de tres dedos hizo estallar el palo derecho de Santilli, como a los 81’ tras un centro desde la izquierda cabeceado por Andrich y devuelto por el travesaño.

Esas no entraron y ninguna entraría después, porque el local se desmoralizó y porque todo Córdoba escuchó el reto de Jorge Del Bono para despertarse porque “estamos dormidos”, gritó el defensor.

Claro, al abrir los ojos los charrúas se dieron cuenta de que todavía ganaban y era el resultado que necesitaban, el que no debían dejar pasar. Lo guardaron en los bolsos y se volvieron cantando bajo la llovizna rumbo a Tablada, por el camino del triunfo, ese del que no se deben apartar. Ahora lo tienen que ratificar el martes ante Deportivo Armenio.