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 sábado, 10 de noviembre de 2007  
Todo listo para la beatificación de Ceferino Namuncurá

Buenos Aires- Ceferino Namuncurá, hijo de un cacique mapuche y una cautiva chilena, se convertirá mañana en el primer indígena argentino y el segundo latinoamericano en ser declarado beato por la Iglesia Católica, primer paso a la santidad.

La ceremonia será presidida por el número dos del Vaticano, cardenal Tarcisio Bertone, en Chimpay, Río Negro, solar natal del joven aborigen que murió de tuberculosis en 1905 sin poder culminar sus estudios sacerdotales.

Los Salesianos de Don Bosco, orden a la que perteneció Namuncurá, esperan la llegada de más de 150 mil peregrinos a esta pequeña localidad rionegrina de apenas 3 mil habitantes.

La expectativa por este acontecimiento eclesial es tal que no hay alojamiento a 200 kilómetros a la redonda.

Los contingentes de peregrinos comenzaron a llegar este sábado en micros, trenes y chartes aéreos, para participar de los actos previstos para este domingo, colmando viviendas particulares, escuelas e instalando carpas en los alrededores al santuario dedicado al futuro beato.

La ceremonia de beatificación comenzará a las 11 para permitir la transmisión televisiva internacional, que a nivel local podrá verse por el Canal 21 de la arquidiócesis de Buenos Aires (Canal 79 de Cablevisión-Multicanal).

La misa será presidida por Bertone y concelebrada por el cardenal Jorge Bergoglio y el obispo Esteban Laxague desde un altar de 20 metros por 40 levantado en una isla rodeada de canales de riego y conectada por dos puentes Balley que instaló personal del Ejército.

El Gobierno estará representado en la ceremonia bilingüe por el vicepresidente Daniel Scioli, el secretario de Culto, Guillermo Oliveri, y el embajador argentina ante la Santa Sede, Carlos Custer.

Uno de los momentos culminantes de la liturgia será el pedido de beatificación en “mapudungun”, lengua originaria, y en castellano que harán el obispo Laxague y los laicos de origen mapuche Hermelinda Painequeo y Aparicio Millapi. Se prevé además una invocación religiosa en quechua y guaraní, para pedir respeto por los pueblos originarios.

Tras una síntesis biográfica de Ceferino a cargo del padre Ricardo Noceti, párroco de Chimpay, Bertone leerá una carta del Papa y se descubrirá una gigantografía de 10 metros de alto y cuatro de ancho, con el rostro del flamante beato.

Los festejos comenzaron hoy con la misa de bienvenida a los peregrinos y la vigilia musical en honor del indígena que soñaba -según dijo- con ser sacerdote para “evangelizar a su pueblo”, sumido en la postergación tras la Campaña del Desierto.

En tanto, los lonkos (caciques mapuches) rogaron en lengua nativa por Ceferino, entre ellos Celestino Namuncurá, de la comunidad San Ignacio, en la que habitan descendientes de la tribu del futuro beato.

Ceferino Namuncurá nació el 26 de agosto de 1886 en Chimpay y es hijo de Manuel Namuncurá, heredero de Cafulcurá y uno de los caciques que encabezó la resistencia durante la Campana del Desierto, y de la cautiva chilena Rosario Burgos.

“Quiero estudiar para ser útil a mi pueblo”, le dijo a su padre cuando tenía 11 años y partió a Buenos Aires para estudiar en el Colegio Pío IX, donde fue compañero de Carlos Gardel.

Namuncurá quería ser sacerdote, pero debilitado en su salud por una tuberculosis viajó a Roma, donde no pudo superar la enfermedad y murió el 11 de mayo de 1905. Sus restos fueron repatriados en 1924 y descansan en el santuario de María Auxiliadora, en Fortín Mercedes, provincia de Buenos Aires.

La causa de beatificación, primer paso a la santidad, se inició en 1947, pero recién fue autorizada el pasado 6 de julio por Benedicto XVI, al reconocerse un milagro por su intercesión.

El hecho ocurrió en 2000 cuando una mujer de Córdoba, de 24 años, se curó en forma “instantánea e íntegramente” de un cáncer de útero, y hasta pudo concebir nuevamente. (DyN)
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