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 sábado, 10 de noviembre de 2007  
Condimentos especiales
Diseñar un jardín es mucho más que distribuir plantas. Estructuras y mobiliario para planificar los espacios verdes

Ana Lorena Alzari / Diseñadora paisajista

A menudo el jardín evoca la imagen de un entorno poblado de las más diversas especies vegetales. Genera una escena paradisíaca. Sin embargo si se propone buscar en el pasado las imágenes de los jardines añorados quizás se descubra que había en ellos otros componentes que los hacían particulares. Pueden ser un aljibe en la casa de los abuelos o una pérgola que ofrecía una sombra reparadora en el verano. Estos y otros elementos condimentan hoy los espacios abiertos y como en una sabrosa comida, en la medida justa proporcionan vida y color a los jardines.

   Algunos de los elementos que no deben dejarse librados al azar sino que deben ser tenidos en cuenta en el diseño y planificación general del jardín son las estructuras y el mobiliario.



Estructuras



Invernaderos y pérgolas. El jardín además de un lugar de contemplación puede convertirse en un ámbito de trabajo y disfrute con un invernáculo. Por su temperatura constante a lo largo del año permite el cultivo de diferentes especies. Este elemento además de su funcionalidad puede ser estético si se planifica debidamente de acuerdo al jardín y a su relación con la casa.

   Las pérgolas, que sirven de soporte a distintas especies de enredaderas y trepadoras, son estructuras que posibilitan ser construidas con distintos materiales, siempre teniendo en cuenta la planta que deberá soportar. Por ejemplo, la glicina requiere de una fuerte estructura. Además de ser apreciadas por su sombra en verano son utilizadas como puntos de referencia de una entrada o puntos focales del jardín.



Límites. Los cercos o las divisiones se utilizan para trazar un límite entre distintos terrenos o subdividir el jardín en sectores múltiples, creando intimidad en algún rincón o escondiendo una vista desagradable. Factores como el emplazamiento —rural o urbano— determinan los materiales y sus usos. En la ciudad o en zonas suburbanas el límite necesita proteger la intimidad y dar seguridad. Tienen ventajas con respecto a los creados con vegetales, por ejemplo, no hay que esperar a que crezcan para que cumplan su función.



Pavimentos. A los efectos prácticos los senderos comunican distintas áreas, en cambio una superficie más ancha da lugar a distintos usos sociales y actividades al aire libre. Existen muchos materiales disponibles en el mercado, dependerá del efecto que quiera lograrse.



Mobiliario. Un banco a la sombra de un añoso árbol, unas reposeras junto a una piscina, una hamaca paraguaya sostenida bajo la sombra, todos sugieren momentos de relajación y reflexión. El mobiliario en el jardín cumple muchas funciones, entre las que se cuentan la oportunidad de reunirse a comer con amigos o la contemplación de una hermosa vista. El estilo, los materiales y la ubicación dependerán de las necesidades y usos particulares, siempre teniendo en cuenta el diseño general del espacio.
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