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 sábado, 13 de octubre de 2007  
Hallaron raticida en un pocillo de café

El propietario de un bar céntrico denunció ayer el hallazgo de unos cincuenta gramos de veneno para ratas en el fondo de un tacita de café que había sido servido a un joven de unos 25 años. De todas maneras, resultó sumamente extraño que el muchacho, quien nunca antes había concurrido al local, se retirara del lugar sin mediar palabra.

La comisaría 1ª investiga lo sucedido y emprendió la búsqueda del cliente que, probablemente, haya consumido la sustancia tóxica.

Héctor Oviedo Rapella es el propietario de un bar llamado Eye, ubicado en 9 de julio al 300, y anteayer por la noche radicó una denuncia en la comisaría 1ª por un hechoque él mismo calificó como “raro”.

Ese día, a las 19.30, su hija Noelia atendió a un joven de unos 25 años quien pidió que le sirviera un café en jarrita. El muchacho lo bebió, al parecer sin inconvenientes.

De acuerdo a lo informado por fuentes policiales, el joven que no era cliente del lugar, se retiró sin mediar palabra.

Una vez que se fue del bar, la joven moza se llevó la taza para poder limpiar luego la mesa y descubrió con una mezcla de asombro y temor que en el fondo del pocillo había unos cincuenta gramos de raticida.

Personal policial investiga por estas horas lo ocurrido y trata de identificar al cliente. Entre las hipótesis que se barajan cobra fuerza la de un intento de suicidio por parte del muchacho.

Cuando ocurrió el hecho, los responsables del bar no dejaron de asombrarse por lo sucedido. Es que se trató de una situación insólita.

La afirmación de que el veneno hubiera estado en el envase de la infusión fue en principio descartada ya que alguien del comercio tendría que haberse dado cuenta previamente. De todos modos, los pesquisas investigan cada posibilidad.

Hasta el cierre de esta edición, los efectivos policiales no habían podido dar con el paradero del joven que bebió el café del enigmático pocillo.
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