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 sábado, 06 de octubre de 2007  
Viajeros del Tiempo
Rosario 1905/1910

Guillermo Zinni / La Capital

Si te he visto, no me acuerdo. La corriente contraria a la institución del matrimonio avanza rápidamente en Francia. Si seguimos así, cualquier día de éstos no habrá más sacerdotes, ni azahares, ni velo, ni registro civil ni nada, y podrán oírse cosas como éstas:

-Señorita, usted me gusta mucho.

-Caballero, más me gusta usted a mí.

Se agarran de las manos, cambian de casa ¡y se van a vivir juntos! Los seis primeros meses todo marcha a pedir de boca, porque los besos y las palabras dulces abundan. Pero luego llega “de las bocas el cansancio” y empiezan los bostezos. La niña se fatiga, el hombre empieza a echar de menos el club, los amigos, a las amigas de antaño, y llega entonces el día en que se dicen:

-¿Sabes que la vida matrimonial es un poco aburrida?

-Lo mismo estaba yo pensando.

Y así, si te he visto, no me acuerdo, ¡y se acabó el matrimonio! (1910)

Paraguas vs. galanes. En el Instituto de Cultura Física de Filadelfia, en Estados Unidos, se ha abierto un curso en el que se adiestra a las damas en el reciente arte de la esgrima del paraguas, por medio del cual se convierte al inofensivo artefacto en una especie de cañón contra los galanes. Toda la enseñanza, que abarca multitud de golpes, se fundamenta en dos principales: el golpe a la cabeza del grosero procaz que apenas dicha la gracia siente que el sombrero se le hunde en los ojos, y el golpe verdaderamente brutal, que consiste en introducir la punta del paraguas en las fosas nasales del atrevido. (1910)

Barquito de papel. Un norteamericano ha construído un barco de treinta pies de eslora y treinta pulgadas de manga solamente con papeles de periódicos. La nave fue capaz de llevar a un tripulante, el que a bordo del esquife realizó un largo recorrido que duró dos meses. Sin embargo, cuando el bote fue lanzado al agua pesaba 90 libras, y al cabo de su periplo su peso era ya el doble. (1910)

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Fuente: La Capital
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