Cartas de lectores
Año CXXXVII Nº 49583
La Región
Opinión
El Mundo
Cartas de lectores
La Ciudad
Educación
Policiales
Autos
Información Gral
Política
Mundo digital



suplementos
Ovación
Turismo
Mujer
Economía
Escenario
Señales


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 26/08
Economía 26/08
Señales 26/08
Educación 25/08
Mujer 25/08
Estilo 04/08

contacto
servicios
Institucional



 domingo, 02 de septiembre de 2007  
Vamos, "canayas"

Como hincha de Rosario Central quiero decir que tengo mucha bronca y mucha tristeza por todo lo que nos está pasando. También siento vergüenza por esta situación de extrema gravedad que vive nuestra institución. No quisiera caer en el simplismo de culpar a la última dirigencia de todos nuestros males; no, entiendo que eso es lo más fácil. La verdad es que la mala conducción viene de arrastre, creo que de eso no hay dudas. ¿Cómo fue posible haber llegado a esta situación límite? ¿Hubo tanta inexperiencia, ineptitud, groseros errores, ignorancia total en el momento de tomar decisiones? ¿Falta de jerarquía y de inteligencia para manejar un club tan grande como Central? ¿Dónde está el campeonato económico que íbamos a ganar? ¿Dónde las promesas de saneamiento económico si los dirigentes firmaron tantos documentos que ni siquiera se acuerdan cuántos fueron? ¿Por qué la deuda posconcursal cuando era de suponer, por que así lo decían ellos que la convocatoria era una panacea y que de ahí en adelante no nos endeudaríamos más? Las ilusiones rotas de la gran hinchada ya no tienen remedio, sólo está en pie su fe y su pasión por la gloriosa camiseta. Es de imperiosa necesidad continuar con el aliento a nuestros jóvenes jugadores; varios de ellos han tenido que asumir prematuramente, tal vez, responsabilidades que tenían reservadas para más adelante. Ha sido por necesidad porque, como sabemos, el éxodo de jóvenes valores es incesante. Parece que la única solución es vender, vender y vender. ¿Hasta cuando? Eso, en cuanto al sentimiento de la hinchada. Pero al club, a la institución, ¿quién le pagará el descalabro económico producido en estos últimos años? ¿Será sólo ineficiencia dirigencial, desconocimiento, impericia, torpeza, incapacidad, ignorancia, o también hay faltas gravísimas y cosas oscuras que la justicia todavía no alcanza a develar en toda su dimensión? Yo, desde este lugar no tengo certeza de nada, más bien tengo una gran confusión, por eso quisiera que aparezca pronto un grupo, o varios grupos de socios honestos, inteligentes, con nuevas ideas y nuevos planes, y con muchas ganas de sacar a Central de esta denigrante situación en la que hemos caído. No será tarea fácil pero estoy seguro que esa gente está entre nosotros y pronto va a decir presente. Es lo que más deseo, y es lo que estoy seguro que va a ocurrir. ¡Vamos, "canayas"!

Oscar Abdala

San José de la Esquina

[email protected]
enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo




  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados