Funciona el sistema de alerta de crecidas

El ministro de Asuntos Hídricos de la provincia, Alberto Joaquín, sostuvo al presentar ayer el Sistema de Predicción Hidrológica de las Cuencas de los arroyos Saladillo y Ludueña en la sede de Gobernación en Rosario que “con el sistema de alerta temprana se da una respuesta rápida y precisa al comportamiento hidrológico sobre las cuencas, y además se avisa en tiempo real a la población expuesta al riesgo”.

El sistema lo construyó la empresa Icsa Ingeniería y Computación SA, bajo una inversión de 1.838.000 pesos.

Joaquín indicó que “ambas cuencas ostentan una superficie que alcanza las 400 mil hectáreas monitoreadas abarcando 34 localidades de distinta magnitud, siendo la más significativa la de Rosario con más de un millón de habitantes. Sabemos que las inundaciones constituyen hoy el riesgo natural de mayor impacto mundial”.

Para significar que “origina más pérdidas que cualquier otro desastre natural, agravado por la creciente ocupación humana de los valles de inundación y riberas fluviales”.

Acotó Joaquín que “aún los rosarinos tienen presentes los graves daños que los desbordes del arroyo Saladillo ocasionaron en 1986 y que tuvieron entre los costos directos e indirectos unos 40 millones de dólares. Instalamos, por disposición del gobernador Jorge Obeid, una red de alerta hidrometeorológica que previene y predice las crecidas en las cuencas de los arroyos Ludueña y Saladillo”.

Veintiocho estaciones. Los habitantes que se beneficiarán con la red de monitoreo son 1.300.000. El mismo se compone de 28 estaciones remotas ubicadas en distintos puntos de las cuencas de los arroyos Saladillo y Ludueña que han sido equipadas por componentes que permiten el registro, almacenamiento y transmisión en tiempo real de datos. Y una estación central, ubicada en Rosario que recepciona y procesa dichos datos.

A las estaciones se las dota de diferentes sensores que miden precipitaciones, niveles de agua en ríos, freáticos, humedad de suelo, temperaturas y evaporación. Además, hay estaciones que permiten obtener parámetros de calidad de agua. Los sensores hacen un seguimiento de las magnitudes de control, supervisando la pluviometría y el estado de cauces y canales.