Un jinete mató de un tiro a un joven tras un altercado en una fiesta

Unas veinte personas, dos a caballo, lo buscaron en su casa de Nuevo Alberdi y hubo gresca

Eduardo Caniglia / La Capital

La pelea callejera del domingo a la noche en Nuevo Alberdi tuvo el mismo fatal desenlace que tantas otras en diferentes puntos de la ciudad. Pero un matiz distinguió a ésta de las demás: dos de los contendientes eran jinetes armados. Uno de ellos abrió fuego y mató a uno de sus rivales, un joven de 28 años.

   El muchacho baleado resultó la víctima más desgraciada pero no la única del violento suceso. Su hermana y su cuñado terminaron en el hospital Centenario a raíz de la paliza que les propinaron sus contrincantes. Hasta anoche, la policía no había localizado al autor del tiro mortal.

   Ocurrió en una barriada de casas de material situada en Polledo al 3100. La calle es de tierra y está bordeada por un descampado convertido en una improvisada cancha de fútbol. Cerca de allí se divisan las vías del ferrocarril y, a unos pocos metros, un complejo Fonavi, al borde de extensos baldíos donde pastan caballos.



Toma y daca. Daniel Romero es uno de los protagonistas de la reyerta. Tiene 31 años y robusta contextura física. Cerca de las 22 del domingo acudió en ayuda de sus hermanos —Eduardo, de 25 años, y Roxana, de 28— y de su cuñado, Oscar Gustavo Giménez, de 33. Fue luego de que una veintena de hombres, dos de ellos a caballo, aparecieron en casa de sus hermanos, en Polledo 3146, para atacarlos. Según dijo los recién llegados les estaban propinando una tremenda paliza a sus familiares.

   Romero contó que todo nació en un incidente en una fiesta de cumpleaños, en casa de unos amigos. “Llegaron (al festejo) dos chicos y discutieron con mi hermano, no sé bien por qué”, expresó. Al parecer, los rivales de Eduardo fueron hasta la casa de su hermana para saldar las diferencias surgidas en un contexto de alcohol en abundancia. La pelea, según Romero, fue desigual.

   Apenas arribaron, uno de los jinetes le “tiró encima” el caballo a Eduardo Romero mientras sus acompañantes les arrojaban piedras a sus parientes. Los tres hermanos y Giménez resistieron a duras penas los embates de sus contendientes. “Cobramos todos. A mi mujer y a Roxana las hirieron con piedrazos”, recordó Daniel. A pesar de la superioridad numérica, los atacantes no lograban doblegar a sus rivales.

   Entonces, uno de ellos los encañonó con una carabina. Roxana no se amedrentó y se trabó en lucha con el hombre que portaba el arma. Forcejeó con él y quebró el caño de la carabina. “Por suerte, el tipo no pudo tirar porque si no nos hacía de goma a todos”, contó con naturalidad.

   Al parecer, para quebrantar la resistencia de los Romero, el otro jinete extrajo un arma de fuego y jaló el gatillo. Un proyectil perforó el abdomen de Eduardo. Uno de sus familiares, lo cargó en un auto y lo llevó al policlínico Eva Perón, donde murió a las 23 del domingo tras ser operado. Su hermana y su cuñado fueron atendidos alli y derivados al hospital Centenario. Roxana sufrió cortes en la cabeza y debieron suturarla mientras que a su marido un tremendo golpe le provocó hundimiento de cráneo. “Los médicos me dijeron que tenemos que esperar 48 horas para ver cómo evoluciona”, contó.

   Daniel dijo no haberse salvado de la paliza. Recibió golpes, pero ayer lucía entero. Sin embargo, se quejaba del castigo absorbido. Hablaba delante de su casa de dos plantas, que construyó con mucho esfuerzo tras llegar de la ciudad chaqueña de Roque Sáenz Peña.

   —¿Ustedes tuvieron problemas con otros vecinos?

   — Sólo con los que nos quisieron robar. l

Daniel Romero es hermano de Eduardo, el joven asesinado. Contó que con su familia resistió el embate de los recién llegados. “Cobramos todos. A mi mujer y a mi hermana las apedrearon”.