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 martes, 24 de julio de 2007  
Turquía: el oficialismo ante sus desafíos

Ankara. — El primer ministro turco, Tayyip Erdogan, celebró su abrumadora victoria electoral del domingo, pero enfrenta ahora los desafíos de una votación presidencial postergada, la violencia separatista kurda y el conflictivo intento de su país de ingresar a la Unión Europea.

   Su partido AKP, una formación islamista moderada y que favorece la economía de mercado, logró la mayoría en las elecciones parlamentarias del domingo, con un 46,5% por ciento, a pesar de los esfuerzos de la oposición por retratar a esa formación como el caballo de Troya para convertir a Turquía en una teocracia de estilo iraní.

   Fue un triunfo personal para Erdogan, quien convocó a la elección de manera anticipada luego de que la elite secular, respaldada por el ejército, bloqueó su elección de un aliado islámico para ser el próximo presidente. La elección del jefe de Estado es ahora el primer tema que el Parlamento debe resolver, al reunirse la próxima semana. “El único peligro en este momento es no lograr llegar a un acuerdo sobre la presidencia”, dijo Erdal Saglam, un conocido columnista.

   Los mercados financieros se recuperaron aliviados, por el resultado que mantiene en el poder al partido más favorable a las inversiones extranjeras, sin necesidad de acuerdos de coalición. Pero el AKP no es lo suficientemente fuerte como para provocar al ejército, garante del sistema secular de Turquía.



Oposición fuerte. Aunque el 46,5% de votos logrado por el AKP significa más de 12 puntos que en 2002, una oposición nacionalista más fuerte implica que obtendrá 340 de 550 bancas, ligeramente menos que ahora. El nuevo Parlamento será muy diferente, con ultranacionalistas y dos decenas de independientes prokurdos por primera vez en años.

   El ministro de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, David Miliband, cuyo país es un firme aliado de Turquía en la UE, comentó: “Es muy importante que en todo Europa nos contactemos con el nuevo gobierno de Turquía cuando se forme. Una Turquía estable y segura está en nuestros intereses”.

   Y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, acogió la victoria de Erdogan: “Llega en un momento importante para la población de Turquía como un país que avanza con reformas políticas y económicas”, manifestó Barroso.

   Erdogan, un político controvertido pero popular, prometió en su discurso de victoria impulsar las reformas políticas y económicas para unirse a la Unión Europea y dio señales conciliatorias hacia sus enemigos.

   Los turcos están ahora a la espera, para ver si Erdogan buscará un compromiso sobre la elección de presidente para reemplazar a Ahmet Necdet Sezer, un feroz crítico del AKP cuyo mandato está terminado.
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