Arquitectura

Con el tradicional espíritu inglés

Esta casa en Fisherton es muy especial para los autores, los arquitectos Lola y Fernando Lavarello, ya que se trata de una reforma y ampliación de una vivienda inglesa construida a principios del siglo pasado en el barrio residencial de Fisherton, sobre la avenida Brassey, una de las más tradicionales del barrio. En este caso las preexistencias tenían un alto valor arquitectónico, por lo que el proyecto tuvo que estar aprobado por el departamento de patrimonio histórico de la Municipalidad.

Debido a las necesidades planteadas por sus dueños (un matrimonio joven con tres hijos), a los cuales les gusta recibir invitados y familiares que se hospedan ya que la mayoría viven en Buenos Aires, se ampliaron 152 metros cuadrados para obtener las comodidades necesarias. El reto era realizarlo sin quitarle valor, ni opacar sus tradicionales y ricas fachadas.

Se utilizó la estructura original de la vivienda demoliendo paredes interiores, refuncionalizando los distintos ambientes e invirtiendo las plantas, ya que los planos originales ingleses orientaban los salones principales al frente y hacia el sur, teniendo como resultado espacios oscuros y negados visualmente hacia el jardín.

Se logró una amplia planta de recepción, en el frente se ubicó un hall distribuidor que comunica con el escritorio, baño, el estar de juegos y al lavadero, y el living-comedor y la cocina con el comedor diario dan a una gran galería donde se ubica la parrilla, lugar de encuentro de todos los integrantes de la familia quedando incorporada visual y funcionalmente a los principales ambientes y al jardín.

En la planta alta están todos los dormitorios logrando así intimidad y excelentes visuales para la familia. En el interior se respetaron molduras, pisos de pinotea y todas las aberturas interiores de cedro, respetando siempre los materiales originales Las aberturas originales exteriores de hierro y vidrio se reemplazaron por nuevas de aluminio Modena, con doble vidrio y cámara de aire, más amplias y herméticas, pero con una estudiada proporción de las antiguas, así los paños fijos tienen las mismas medidas de las antiguas y las hojas de abrir son medio módulo o un módulo entero, según las necesidades visuales de iluminación y ventilación de los ambientes.

En su parte exterior toda la construcción nueva se pensó en líneas muy simples, sin ornamentos que compitan con los existentes de la casa inglesa. Son volúmenes puros teniendo en los lugares de contacto con la antigua casa buñas verticales acentuadas por la iluminación, logrando una unión definida entre “lo viejo” y “lo nuevo”. Esta diferenciación está acentuada por la escasa iluminación nocturna de los volúmenes nuevos. A la antigua fachada se le reciclaron molduras y material de frente, buscando para los volúmenes nuevos materiales en un tono más oscuro, quedando unificada en textura.