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 sábado, 07 de julio de 2007  
Los chicos dieron pistas para lograr una alimentación sana
Fue durante un encuentro de escuelas que trabajan en nutrición y salud

¿Cómo pensar en una alimentación sana desde la escuela? Chicos y jóvenes dieron pistas para trabajar desde el aula y pensar en un mejor cuidado de la salud. La mayoría se inclinó por indagar en la elaboración y composición de los alimentos, saber qué pasa dentro de los colegios y tratar de llegar a los hogares.

Las propuestas se sucedieron durante un encuentro organizado por la Dirección de Educación Municipal, el Servicio de Nutrición del Hospital Víctor J. Vilela y el Programa “El diario en el aula” de La Capital, el martes pasado en el Centro Cultural Bernardino Rivadavia, principal auspiciante de la actividad llamada “Qué y por qué comemos lo que comemos”.

Los más chicos del encuentro fueron los alumnos de 6º año de la Escuela Nº 1090 Domingo Matheu. A partir de un proyecto, que tiene como eje principal la salud, se repartieron en grupos para preguntar en el comedor escolar cómo se pensaban los menús; y por otro lado, en un frigorífico de la zona y en una panadería para saber más de cerca sobre la elaboración de estos productos. Y en las granjitas del barrio averiguaron cuáles eran los alimentos más consumidos.

Tal como destacó la maestra de ciencias que coordina esta propuesta, Felicitas Palmier, lo más interesante fue que los chicos pudieron conocer más con otros detalles cómo se preparan los alimentos, qué pasaba en la escuela y en el barrio. Empezar por lo más cercano es la clave que organizó este trabajo que promete extenderse en el tiempo, y tiene como meta cambiar hábitos alimentarios.

La idea de comenzar a indagar desde lo más próximo sobre alimentación y salud también movilizó a los alumnos de 2º año polimodal del Colegio Natividad del Señor. El puntapié lo dio un artículo periodístico que planteaba cómo enseñar a comer sano a los chicos; de ahí en adelante, los estudiantes se propusieron saber qué ofrecía el kiosco de la escuela. “Descubrimos que lo más vendidos eran alfajores y facturas, por el precio y falta de variedad de otras comidas”, señaló un grupo de alumnas.

La tarea se extendió a los libros y cómo se puede pensar en una dieta que vaya de lo ideal a lo posible, “sin descuidar nuestras costumbres”.

Para la profesora de ciencias, Verónica Simioni, una de las conclusiones centrales a las que arribaron “es que resulta clave empezar a cambiar hábitos desde temprana edad”. En ese sentido, destacó la tarea emprendida por la docente del nivel inicial de su escuela, que invita a los más chiquitos a alternar como meriendas lácteos y frutas.



Un mismo discurso

Los chicos de 7º del Colegio Cristo Rey llevaron al encuentro del Centro Cultural un detalle minucioso de lo aprendido a partir de averiguar, desde distintas disciplinas, sobre alimentación saludable. El proyecto promete culminar con una campaña en la escuela y llegar a los hogares, con la idea de trabajar en un mismo discurso.

En su relato contaron cómo aprendieron a diferenciar una alimentación nutritiva de una inadecuada, a cuestionar las publicidades de comestibles muchas veces engañosas y sobre el uso de términos referidos a cómo nos alimentamos.

“Prohibido no comer en el desayuno”, disparó una de las alumnas del Cristo Rey para dejar en claro cuál es la comida principal del día, y enseguida enumeró alternativas para empezar bien la jornada. Los chicos estuvieron acompañados por las profesoras Graciela Sansón, Marta Benegas, Mónica Martín y el profesor Miguel Fisicaro.

El encuentro del martes fue el segundo de una serie que tiene como tema central “Nutrición, salud y educación”. El primero se realizó en mayo con los docentes y el próximo será el 16 de octubre, en ocasión del Día Mundial de la Alimentación. Según destacaron Mariela Zopeggni, de la Dirección de Educación Municipal y Mariana Jerez, del Servicio de Nutrición del Vilela, “se trata de una nueva posibilidad para debatir iniciativas y experiencias que inviten a pensar una alimentación sana desde las aulas”.
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El Centro Cultural Bernardino Rivadavia fue el escenario de los debates entre los escolares.

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