La campaña porteña se recalienta por el debate televisivo

El segundo -y definitivo- debate de cara a la segunda vuelta entre Mauricio Macri y Daniel Filmus recalentó ayer la tensa campaña porteña, entre advertencias del ganador del domingo por temor a recibir "agresiones" y la decisión de su contrincante de discutir ante las cámaras "con quien sea".

La referencia de Filmus es por una de las condiciones exigidas por el macrismo: que los candidatos a vicejefe de Gobierno participen del debate, por la buena imagen que tiene Gabriela Michetti, quien, según muchos analistas, fue una de las causas del crecimiento electoral del empresario.

El jefe de campaña de Macri, Horacio Rodríguez Larreta, confirmó que "hay discusiones en el armado" del debate televisivo, lo que, de no superarse, haría peligrar su realización.

"No queremos armar un formato que le den (a ellos) pie a seguir con las agresiones. Estamos hartos de este tipo de campaña", dijo Rodríguez Larreta. El vicepresidente de PRO también confirmó que esa fuerza quiere que participen del debate los candidatos a vicepresidente, Michetti y Carlos Heller, y en ese sentido señaló que "es otra de las cosas que se están discutiendo".

Ante ello, Filmus redobló su apuesta y ofreció que si Macri "se siente inseguro de ir solo, que lleve a todos los asesores que quiera".

Sin embargo, dijo que "las otras condiciones" que puso Macri, entre las que mencionó la idea de eliminar los minutos destinados al debate libre entre los contrincantes, "no tienen mucho sentido" y advirtió que esa actitud responde a que "Macri no quiere debatir".