J.B.Molina: tierra de criollos

Norberto Puntonet / La Capital

Desde hace unos años el turismo rural viene cosechando adeptos. Es que descansar bajo la sombra de los árboles oyendo sólo el canto de los pájaros, caminar por el campo, pasear el sulky, realizar cabalgatas y hasta animarse a ordeñar no es cosa de todos los días. Un buen lugar para realizar estas actividades es la estancia La Ramona, último pedazo de tierra santafesina junto al arroyo del Medio.

   La casa de más de 170 años, que atesora vestigios de la historia argentina, de malones y de escaramuzas militares ocurridas en la zona durante el siglo XIX, está completamente equipada para que los visitantes también tengan la opción de quedarse a dormir. La Ramona es el lugar perfecto para descansar, buscar el tan mentado contacto con la naturaleza y hacer un viaje al pasado recorriendo cada rincón de la casa.

   La Ramona está ubicada a unos 90 kilómetros de Rosario, en el distrito de J. B. Molina, en la zona sur de la provincia de Santa Fe y a metros de Buenos Aires. Los fértiles campos son atravesados por arroyos y arboledas. En el establecimiento se cultivan trigo, soja y maíz; y se crían vacas, ovejas, cerdos y caballos.

   El origen de La Ramona se remonta a 1847, cuando el brigadier general Juan Manuel de Rosas premió al comandante José Luis Barrera por su brillante desempeño como jefe del Batallón de Patricios de San Nicolás en la Batalla de Obligado con una merced de tierras cerca del Arroyo del Medio: estancias, La Merced, en provincia de Buenos Aires, y Bella Vista en Santa Fe.

   Al morir don José Luis, su hijo Luis fue el heredero de la estancia Bella Vista, cuya casa principal fue derribada por un propietario posterior, alrededor de 1940. Un nieto de José Luis se casó con doña Ramona Rivero, y en su honor fundó la estancia La Ramona en un antiguo puesto de Bella Vista, situado a pocos metros del Arroyo del Medio.

   Ese campo vio pasar malones y soldados que atravesaban el arroyo en estampida después de las batallas, por eso no fue extraño que al arar la tierra aparecieran lanzas, bayonetas, boleadoras, balas de cañón, revólveres y hasta un sable. Esas piezas, junto a antiguos utensilios como mates, relojes, facones, bocados y estribos forman parte de la colección de la casa.

   Los descendientes directos de don José Luis Barrera, decidieron compartir la rica historia de La Ramona y acondicionaron la casa para recibir visitantes. La construcción, con grandes galerías y patio interior con aljibe, refleja la típica arquitectura de campo con algunos agregados que la diferencian de otras construcciones de la época, como los dos altillos.

   La casa está rodeada de un magnífico parque de ligustros, jacarandaes, robles, pinos, cedros, plátanos, tilos, álamos, magnolias, ceibos, palmeras y añosos eucaliptos. También tiene árboles frutales con los que el chef internacional prepara mermeladas y licores.



Ciudadano del mundo



La Ramona, atendida por Cotina Sanguinetti y el español Dante Smith, ofrece alojamiento con desayuno de campo, almuerzo, merienda y cena, todo casero y preparado por Dante, “un ciudadano del mundo”, como él se define. También se puede pasar el día, realizar festejos, reuniones familiares, de trabajo y encuentros. Las instalaciones son muy confortables y están en perfecto estado de conservación. Tiene agua caliente en los baños y calefacción en cada cuarto.

   La casa, también atendida por Zulma, Elisa y Guillermo, cuenta con dos amplias galerías, cocina, despensa, escritorio, comedor y sala de estar con un imponente hogar a leña. Dispone de un departamento con una habitación con cama doble y otra con dos camas simples y baño en el hall. Dos habitaciones con dos camas simples y baño intermedio, y una suite con baño privado.

   La Ramona es, por excelencia, un lugar para descansar y abandonar el estrés disfrutando a fondo del silencio, el aire puro de campo, el perfume de las flores y del césped recién cortado. Se puede pasear por el parque de siete hectáreas, admirando los árboles y conociendo el lugar y su intimidad, pasando por la leñera, el cañaveral, el monte frutal, el gallinero y el palomar, entre otros atractivos.

   En el campo se pueden hacer caminatas por la orilla del arroyo, con pastos bajos y preciosas vistas. También, en otra dirección, se puede llegar hasta las ruinas de la estancia San Marcos con su monte natural de chañares y acacias y su todavía visible foso que sirvió para defender a los pobladores de los ataques de los indios. O hasta el arroyo Saladillo y sus lagunas solitarias donde nadan las nutrias y las tortugas, O cruzando el arroyo del Medio y el campo vecino, hasta el histórico ombú donde Rosas mandó fusilar al gobernador Domingo Cullen el 22 de junio de 1839.

   En el arroyo se pueden pescar mojarras, bagres, dientudos, armados, pejerreyes y camarones de río. También se puede disfrutar de la pileta y del sol, de un paseo en bicicleta, jugar al sapo o al crocket y practicar golf informalmente en el parque.

   A pocos kilómetros de La Ramona se encuentra el Haras del Arroyo del Medio, donde se crían caballos de polo. En San Nicolás se pueden realizar actividades náuticas en el río Paraná y en el Golf Club. Se organizan visitas y excursiones al santuario de la Virgen María del Rosario, al Museo Histórico y Casa del Acuerdo, al Museo de la Ciudad de Pergamino, al Museo de la Agricultura Pampeana en Estación Inta, al Histórico Oratorio de Morante y Cementerio de la Batalla de Pavón, entre otros paseos.

   Para mayores informes y reservas comunicarse con María del Rosario Sanguinetti al [phone]; celular (0341) 155-762371; al mail: [email protected]; [email protected]; o en la página web www.estancialaramona.com.ar.

Confort del siglo XIX. La casa rural, con sus amplias habitaciones y refinado mobiliario, todavía conserva su esplendor de antaño.