Proponen que los ómnibus incorporen biocombustible

Para reducir gases tóxicos buscan reemplazar un 20 por ciento del gasoil con aceite comestible. El proyecto de Boasso requeriría de unos 500 mil pesos para montar una planta de reciclado

En el marco de la preocupación mundial por el deterioro climático ingresó ayer al Concejo Municipal el proyecto Bio Transporte Rosario que propone utilizar combustibles renovables en colectivos, taxis y coches oficiales. La fuente de energía pensada es el aceite comestible usado, cuyo reciclado permitirá reemplazar un 20 por ciento del gasoil empleado por estos vehículos. La idea implica un programa que articula a distintos actores sociales y hasta incluye una planta de producción sustentable. En la ciudad ya son diez las unidades de la empresa de colectivos Las Delicias, que utilizan combustible modificado con agua para reducir el impacto ambiental.

La iniciativa pertenece al concejal Jorge Boasso y tiene en cuenta el Protocolo de Kioto (que firmaron las principales potencias mundiales, menos Estados Unidos) y busca reducir las emisiones de los seis gases que provocan el calentamiento global, entre ellos, el dióxido de carbono, producido por la liberación al medio ambiente de los combustibles convencionales. "Por esto proponemos que el transporte urbano de pasajeros utilice una mezcla de gasoil con un veinte por ciento de biodiesel", explicó el edil. Y aseguró que el aceite comestible que se desecha puede ser una fuente perfecta para producirlo.

"Queremos convertir a un desecho tóxico como es el aceite comestible usado en un recurso útil y reciclable", dijo Boasso en la presentación del programa que el edil hizo ayer en la sala de acuerdos del Palacio Vasallo.

Su propuesta busca hacer hincapié en los Mecanismos de Desarrollo Limpios (MDL), con el fin de obtener bonos de carbono, un sistema que financia los planes productivos que no afectan al medio ambiente. Producir este biocombustible requiere; una metodología de recolección y reciclado, recursos, campañas educativas y conformar un consorcio mixto (público y privado), junto a un consejo consultivo.

Según Boasso, la puesta en marcha de una planta para transformar 120 mil litros de aceite tendría un costo estimado de 80 mil dólares, aunque para los volúmenes que se manejarían en Rosario, dicha estructura rondaría los 500 mil pesos necesarios para montar una estructura que abastezca al transporte urbano local.

Al proyecto están convocados las cuatro empresas de transporte de Rosario además de Aguas Santafesinas con el objetivo de sumar la compañía estatal a la iniciativa. "Un litro del aceite de las papas fritas que se vuelca a las napas contamina mil litros de agua", ilustró el edil para graficar la reducción del impacto que generaría el biocombustible. Para Rubén Rodríguez, titular de Las Delicias, la idea es factible, real y es lo que "se viene".


Antecedente
Hace cuatro años la nicoleña Mali Blotta junto a su pareja David Modersbach y su pequeño hijito pasaron por Rosario y marcaron una huella en materia de biocombustibles

A bordo de un Volkswagen modelo 80, habían llegado a la Argentina por La Quiaca tras haber recorrido 17 mil kilómetros, con un motor diesel propulsado por aceite vegetal.

Se trató de una travesía digna del libro Guiness, ya que no se registraban antecedentes en viajes a bordo de un vehículo que funciona con este combustible alternativo, en un recorrido tan extenso como fascinante.

Largaron desde California, pasaron por Arizona; luego les siguieron México, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Ecuador, Perú, Bolivia y finalmente nuestro país.

Para concretarlo, la pareja de aventureros había hecho nexo con anarquistas que enseñaban cómo transformar camiones, autobuses y autos al combustible ecológico.