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 domingo, 29 de abril de 2007  
2001 resultó clave para la Sole: cantó "Libre" y se enamoró
Un disco que marca el momento en que comenzó a cantar "en serio". Y estuvo con Guarany

Pedro Squillaci / La Capital

2001 fue un año clave en la vida de Soledad Pastorutti. Es que no sólo fue el de su apertura afectiva, ya que conoció a su flamante esposo Jeremías Audoglio, sino que también editó un trabajo bisagra en su carrera. El arte y el amor se cruzaron en su vida como un mágico designio.

No por casualidad el disco de la Sole de ese 2001 se llamó "Libre". Ese trabajo, con la producción artística del baladista rockero Alejandro Lerner, sintetizó un repertorio tan ecléctico como atractivo.

Para muchos, fue el momento en que empezó a cantar "en serio". Ya habían pasado seis años de aquel poncho al viento en Cosquín. La Sole aparecía despejada de esa imagen aniñada de sus comienzos, con la clásica banderita argentina y el tono folclórico por sobre todo su aspecto. No era más la gauchita argentina, ahora se había convertido en una cantante.

El corte de ese tema giró por las radios y la televisión casi insistentemente. Se trataba de "El tren del cielo", hoy convertido en uno de los bises obligados de los shows de la Sole en cualquier lugar del país y del mundo.

Ese disco, en el que tocaron talentos como Pedro Aznar, Lucho González, Jota Morelli, Ernesto Snajer y Daniel Homer, entre otros, tuvo chamamés, bachatas, zambas, chacareras y candombes, pero, por sobre todo, contó con una variedad de compositores tan disímiles como importantes.

Allí Soledad cantó "Libre", de Nino Bravo; "Quiero abrazarte tanto", de Víctor Manuel; "Otro día más", de Alejandro Lerner; "Ayer te vi", de Víctor Heredia, y "Todos juntos", de Los jaivas. Claro, también estaban "Chacarera de un triste", "Canción de jangadero" y "El tren del cielo".

La Sole cumplía justo en ese 2001 sus 21 años, la mayoría de edad tan esperada, se ponía de novia, se corría del folclore, miraba hacia otro horizonte, no hay duda. El sello Sony/BMG, en una jugada marketinera con una cintura llamativa, decidió relanzar "Libre". Y lo hizo con un nuevo arte. En la foto de tapa aparecía la Sole mujer, con una imagen más atractiva. Era el momento de mostrar el cambio.


Con Guarany
A partir de allí la chica de Arequito emprendió una de las giras más importantes de su carrera Argentina Bolivia Brasil Canadá Chile Costa Rica Perú y Uruguay

Sin embargo, trascartón sorprendió con un gesto muy valioso. Cuando más lejos parecía que se iba, demostró que estaba más cerca que nunca. Es que tras esa gira se juntó con Horacio Guarany y conmocionaron al público en el Luna Park.

Esta suerte de homenaje que la Sole quiso hacerle a quien fuera uno de los músicos más influyentes en su vida se trasformó en un álbum en vivo: "Sole y Horacio juntos por única vez".

Se abría entonces otro interrogante: ¿es que la Sole volvía al folclore definitivamente? No, nada de eso. Ya su madurez y su carrera asentada sobre tierra firme le permitía ir y volver cuantas veces fuera necesario.

Hoy, cuando planea un proyecto artístico con miras al exterior, Soledad sabe que la llave de su crecimiento está dentro suyo. Cuánto más auténtica, mejor. Esa es la Sole, la misma que está parada arriba de ese vagón del tren del cielo, y sigue por esos rieles guiada por el sonido de su voz y su corazón.
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